A principios de este mes, la revista PeakLoad informó de que RWE estaba en conversaciones avanzadas para comprar una participación minoritaria en el operador estadounidense de centrales eléctricas Calpine, lo que provocó que las acciones de RWE cayeran un 7% por las preocupaciones sobre la asignación de capital de RWE y sobre si una operación de este tipo encajaría en la estrategia ecológica del grupo.
El consejero delegado de RWE, Markus Krebber, declinó el miércoles hacer comentarios sobre el informe durante una llamada con analistas en la que se comentaban los resultados del primer semestre, limitándose a decir que RWE no disponía de una estructura integrada en Estados Unidos que cubriera la generación flexible, término que la compañía utiliza para la capacidad de gas.
Pero Krebber dijo que RWE veía méritos en una configuración de este tipo en Estados Unidos, añadiendo que abordaría cuidadosamente la revisión de las oportunidades potenciales y que nada sucedería "de la noche a la mañana".
Las acciones de RWE bajaban un 3,4% a las 1203 GMT, en la parte baja del índice blue-chip de Fráncfort.