El pasado mes de octubre, Jun Young-Hyung, director de la división de semiconductores de Samsung, nos sorprendió a todos al escribir una carta de disculpa tras unos resultados financieros decepcionantes. Los surcoreanos no hacen las cosas como los demás. Un director de empresa publica una disculpa y un presidente es destituido en una secuencia política que casi convierte a España en un país políticamente estable.
No nos salgamos del ámbito financiero. Samsung lleva varios trimestres con problemas y le está costando volver al buen camino. Los resultados del último trimestre, publicados esta semana, siguen estando por debajo de las expectativas. Y eso a pesar de que la cotización subió más de un 3% el día de la publicación: señal de que se anticipan malas noticias. Con una caída del 32% en 2024, el mercado ha hecho su trabajo.
Detrás de SK Hynix y TSMC
El gigante surcoreano, un conglomerado con actividades muy diversas, es, sin embargo, un actor importante en el sector de los semiconductores. Un sector que se está beneficiando del auge de la IA, aunque no todas las empresas lo estén aprovechando al máximo.
Es el caso de Samsung, que parece estar perdiendo la carrera tecnológica. El grupo opera en varios segmentos de la industria de semiconductores. En primer lugar, diseña y produce chips de memoria de gran ancho de banda (HBM). Pero ahora es su compatriota SK Hynix la que ha tomado la delantera en este segmento. Y su desempeño bursátil ha sido el contrario: casi un 50% de revalorización en 2024.
Samsung también es una empresa importante en el sector de la fundición. Este es el negocio de producir chips diseñados por otras empresas (como Nvidia o AMD, por ejemplo). En este segmento, TSMC ocupa la primera posición. La empresa taiwanesa produce actualmente la mayoría de los chips más avanzados, incluidas las GPU de Nvidia y los chips de Apple. Esto le genera pingües beneficios, que utiliza para financiar proyectos faraónicos, como la construcción de tres nuevas fábricas en Arizona. Un proyecto de 65.000 millones USD.
El segmento de consumo sigue en crisis
Samsung también es un actor importante en varias áreas. En primer lugar, la división de electrónica de consumo, que fabrica televisores en color, monitores, impresoras, aparatos de aire acondicionado, frigoríficos y lavadoras, y la división de tecnologías de la información y comunicaciones móviles, que produce ordenadores y teléfonos móviles.
En todas estas actividades, Samsung sufre una fuerte competencia. Es el caso de los televisores, donde se enfrenta a su compatriota LG. Las marcas chinas, encabezadas por Huawei, se han destacado en los teléfonos inteligentes. De forma más general, los mercados de consumo de Samsung sufren la debilidad de la demanda, sobre todo en el caso de los ordenadores personales y los teléfonos inteligentes. Tras su apogeo durante la pandemia, las secuelas han sido duras y la recuperación aún queda lejos.
La salvación vendrá de la IA
Para recuperar su atractivo a los ojos de los inversores, Samsung debe ahora compensar su retraso en IA. Al margen del Consumer Electronics Show de Las Vegas, Jensen Huang, jefe de Nvidia y ahora gurú del mercado, indicó que la empresa surcoreana debía replantearse el diseño de sus chips HBM. Se trata tanto de una táctica de presión como de un llamamiento a Samsung, cuyos chips de memoria generan más de la mitad de sus ventas.
Es probable que Nvidia no quiera depender demasiado de SK Hynix para sus suministros de chips HBM. El campeón de la IA conoce por experiencia las consecuencias de depender de un único proveedor. Esta es la situación en la que se encuentran sus clientes y lo que explica el nivel estratosférico de sus márgenes.