MADRID, 26 mar (Reuters) - La empresa española Repsol aspira a acceder a los fondos europeos para la recuperación de la pandemia con el fin de respaldar proyectos que incluyan nuevas plantas de biocombustible y la producción de hidrógeno verde a partir de fuentes renovables, en un giro para abandonar los hidrocarburos y suministrar energía con bajas emisiones de carbono.

España e Italia, que recibirán la mayor parte de los 750.000 millones de euros (884.000 millones de dólares) que la UE destinará a la recuperación del bloque en respuesta a los daños causados por la pandemia de COVID-19 a sus economías, han invitado a las empresas a proponer proyectos que puedan ayudar a sus economías a desprenderse del carbono.

Repsol ha respondido presentando 30 proyectos que, según sus cálculos, requerirán una inversión total de 5.960 millones de euros, según informó la empresa el viernes.

Entre ellos figura una planta que Repsol ha acordado construir en el norte de España en colaboración con el gigante petrolero Saudi Aramco, que producirá combustible sintético para coches, camiones y aviones utilizando el dióxido de carbono capturado en una refinería cercana, y el hidrógeno producido a partir de la electricidad generada por fuentes de energía renovables.

Otra posible candidata a los fondos europeos es una refinería en el sur de España donde Repsol pretende empezar a producir biocombustibles avanzados en 2023.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, dijo durante una junta de accionistas retransmitida en directo que las refinerías del centro y el este de España ya se están preparando y produciendo este tipo de biocombustibles sostenibles.

También se ha incluido entre las propuestas la ampliación prevista de una central hidroeléctrica en la región norteña de Cantabria. Repsol calcula que añadir un gigavatio de capacidad a la instalación hidroeléctrica de Aguayo costará unos 700 millones de euros.

Las empresas petroleras y de gas de toda Europa, incluidos los grandes grupos BP, Total y Shell, se han comprometido a adaptar sus negocios en respuesta a la presión de los Estados y los inversores para ayudar a reducir las emisiones de carbono que calientan el planeta. (1 dólar = 0,8485 euros)

(Información de Isla Binnie; editado por Edmund Blair; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)