Jordan, que dejará el cargo a finales de septiembre, defendió su trayectoria al frente del banco central a través de una serie de crisis en los últimos 12 años.
El ejecutivo ha sido objeto de críticas por ser inflexible y aferrarse tenazmente a su mantra de la estabilidad de precios, así como por no hacer más para ayudar al Credit Suisse antes de la implosión del banco el año pasado.
"Lo que hacemos no es aburrido, eso es un cliché", declaró Jordan al Bieler Tagblatt en una entrevista publicada el sábado.
"Creo que los responsables del banco nacional deben concentrarse en su trabajo. Deben cumplir su mandato y no hacerse notar con otras actividades".
El hombre de 61 años declaró al periódico de su ciudad natal que quizá ser aburrido sea la clave del éxito.
"Es mejor que me llamen aburrido o testarudo a que la gente diga que sigo una política monetaria equivocada", dijo Jordan, que añadió que no ha decidido qué hacer a continuación en su carrera, pero que un papel político no le atraía.
El banco central ha hecho todo lo posible por mantener la estabilidad de precios, que define como una inflación del 0-2%, dijo. El esfuerzo ha dado sus frutos, ya que la inflación suiza se sitúa actualmente en el objetivo de los últimos 12 meses.
"Evitamos la deflación varias veces, y después luchamos con éxito contra la inflación después de Covid", dijo Jordan. "La inflación fue mucho más baja en Suiza que en otros lugares". (Reportaje de John Revill; Edición de Kirsten Donovan)