Las potenciales desinversiones de algunos activos envejecidos permitirían a la compañía centrarse en campos más nuevos y grandes en todo el mundo, incluyendo su gigantesco desarrollo Whale en el Golfo, que se espera que comience a producir en 2024, dijeron las fuentes.

Los accionistas y los reguladores también han estado presionando a Shell para que reduzca las operaciones de petróleo y gas y cambie hacia formas de energía más limpias.

Shell ha comenzado a solicitar el interés de un comprador por su centro Auger y su participación del 37,5% en el campo Conger, que es operado por Hess Corp, habiendo contratado a un banco de inversión para llevar a cabo un proceso de subasta que se inició en las últimas semanas, dijeron tres fuentes.

La compañía, con sede en Londres, tiene como objetivo una valoración de unos 1.500 millones de dólares por la venta de los campos, que tienen una producción combinada de unos 50.000 barriles diarios, añadieron dos de las fuentes.

Las fuentes advirtieron que no había garantía de que Shell asegurara un acuerdo, y hablaron bajo condición de anonimato para discutir información privada.

Shell declinó hacer comentarios.

Shell también ha intentado este año desprenderse de participaciones en dos grupos de campos de gas en el sur del Mar del Norte británico, según informó Reuters en febrero.

El mes pasado, Shell dijo que había suspendido sus planes de vender sus activos petrolíferos en tierra firme en Nigeria, para cumplir con una sentencia del Tribunal Supremo nigeriano que le obligaba a esperar el resultado de una apelación sobre un vertido de petróleo en 2019.

Con los precios del crudo y del gas natural altos, el telón de fondo para explorar posibles ventas es favorable. Sin embargo, la volatilidad de los precios ha dificultado que los posibles compradores y vendedores lleguen a acuerdos, según fuentes del sector.