Nombrado en enero de 2023, su consejero delegado libanés-canadiense, Wael Sawan, lo ha dejado claro. Shell Plc se concentra ahora en sus actividades tradicionales -la producción y el refinado de petróleo y gas- para centrarse sobre todo en la rentabilidad para los accionistas.

De hecho, las operaciones de su segmento de energías renovables perdieron 187 millones de dólares en el segundo trimestre, mientras que sus actividades de producción, transporte, refinado y comercialización de hidrocarburos generaron en conjunto 7.000 millones de dólares, por lo que no hay competencia, podría decirse.

Fuente: MarketScreener

En los seis primeros meses del año, el flujo de caja libre "Free Cash Flow" consolidado ascendió a 20.000 millones de dólares. En estas condiciones, Shell mantiene las compuertas abiertas de par en par para la devolución de capital a sus accionistas y lanza un nuevo programa de recompra de acciones por valor de 3.500 millones de dólares.

Fuente: MarketScreener

El predecesor de Wael Sawan, el holandés Ben van Beurden, describió la empresa a principios de este año como "masivamente infravalorada". En tres años, Shell va camino de generar 115.000 millones de dólares de flujo de caja libre, casi dos tercios de los cuales se devolverán a los accionistas, principalmente a través de recompras de acciones.

Estas impresionantes cifras se contraponen a una capitalización de mercado de 170.000 millones de libras esterlinas, o 220.000 millones de dólares estadounidenses. Es notable que, a pesar de una rentabilidad comparable, Shell, al igual que las otras grandes petroleras europeas, siga estando valorada con una prima respecto a Exxon o Chevron.