Hace treinta años, a los fabricantes de turbinas de gas se les prometió un futuro radiante con el abandono del carbón y la transición energética. Sabemos cómo fracasó el acuerdo y cómo siguieron las decepciones para toda la industria.
¿Les ocurrirá lo mismo a los fabricantes de aerogeneradores? Si la historia no se repite, desde luego rima con todas las letras. También en este caso, a las perspectivas prometedoras siguieron rápidamente una serie de reveses.
Rentabilidad mediocre, competencia excesiva, poder de negociación del lado de los comitentes, exposición penalizadora a la inflación, sentida en los costes pero difícilmente trasladable a los precios: las mismas causas, como es lógico, producen los mismos efectos.
Siemens Energy, que fabrica tanto turbinas de gas como eólicas, se encuentra pues con los dos pies en el suelo. Aunque su volumen de negocio se ha estancado desde 2017, ha logrado impulsar su rentabilidad en los últimos tres años, es decir, desde su separación del conglomerado Siemens.
Generará aproximadamente 1.000 millones de euros de flujo de caja libre "free cash-flow" al año en 2021 y 2022. Junto con una ampliación de capital de 1.300 millones de euros, estos valiosos recursos permitieron garantizar la adquisición completa de Siemens Gamesa, su problemática filial eólica española, a principios de 2023, con el fin de reestructurarla de una vez por todas.
La cartera de pedidos sigue siendo sólida, mientras que la diversificación de la cartera y la preponderancia de los servicios en la misma -más de la mitad de la facturación prevista- garantizan una relativa resistencia del negocio.
En cuanto a las buenas noticias, los resultados trimestrales publicados ayer muestran un claro repunte de la economía: los pedidos aumentan un 56% y la facturación consolidada un 22% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que todos los segmentos -incluso Gamesa- crecen.
No obstante, hay que ser prudentes con estas cifras, ya que el segundo trimestre de 2022 se caracterizó por una falta total de interés de los clientes tras el inicio de la guerra en Europa del Este.
A una valoración de menos de x10 del flujo de caja libre a finales del año pasado, Siemens Energy ofrecía una oportunidad de inversión muy atractiva para quienes aún quisieran tener exposición al sector. Este descuento ha aumentado considerablemente tras la reciente subida de la cotización, reflejo de la confianza de los inversores en la capacidad del grupo para integrar con éxito a Gamesa.
La matriz Siemens, que aún controla un tercio del capital, ha aprovechado este renovado optimismo para vender parte de sus acciones.
Siemens Energy AG está especializada en la producción y distribución de electricidad y gas. También ofrece servicios de consultoría técnica y mantenimiento de instalaciones eléctricas. Las ventas netas (incluidas las intragrupo) se desglosan por actividades de la siguiente manera - generación, transmisión y distribución de electricidad y gas (71,2%); - diseño, construcción, explotación y mantenimiento de instalaciones de producción de energías renovables (28,8%). Las ventas netas se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: Alemania (8,2%), Europa/CEI/Oriente Próximo/África (39,3%), Estados Unidos (18,5%), América (13,6%), China (4,8%) y Asia y Australia (15,6%).