Siemens dijo el jueves que siguió viendo una fuerte demanda industrial durante su tercer trimestre, mientras que los costes relacionados con su inversión en Siemens Energy y la decisión de abandonar Rusia llevaron al grupo de ingeniería a los números rojos por primera vez en casi 12 años.

El fabricante de software y trenes industriales registró mayores ingresos y pedidos en los tres meses hasta finales de junio, una señal positiva para la salud del sector industrial en general.

En la automatización de fábricas, todas las regiones registraron pedidos un 20% más altos que un año antes, dijo Siemens, mientras que los elevados costes de los componentes y la logística se estaban abordando trasladando los costes a los clientes.

El consejero delegado Roland Busch dijo que la demanda seguía siendo fuerte, a pesar de un entorno afectado por las sanciones a Rusia, la alta inflación y los efectos actuales de la pandemia.

"Capturamos oportunidades significativas en un entorno de mercado con una alta demanda continua", dijo en un comunicado. "Nuestro fuerte impulso de las líneas superiores continuó, con un crecimiento comparable de los pedidos del 20% desde el comienzo del ejercicio 2022".

Siemens, cuyos productos se utilizan para equipar fábricas, edificios y redes de transporte, se considera un indicador de la economía industrial en general.

La demanda en el sector europeo de bienes de equipo se mantiene, dijo Barclays la semana pasada, al observar los resultados de otras empresas del sector como ABB y Schneider Electric

Los mercados finales, como el de la automoción, la construcción de maquinaria y la electrónica, mostraron "un continuo impulso de crecimiento subyacente con signos de cierta normalización", dijo a los periodistas el director financiero de Siemens, Ralf Thomas.

"Para el futuro, esperamos una normalización secuencial de la demanda para el cuarto trimestre y una reducción gradual de la cartera de pedidos en el ejercicio fiscal 2023", dijo Thomas, añadiendo que sería poco realista esperar que el crecimiento de los pedidos se mantenga por encima del 30% a largo plazo.

Los pedidos aumentaron un 7% hasta los 22.070 millones de euros (22.800 millones de dólares) en el tercer trimestre, mientras que el beneficio de su negocio industrial aumentó un 27% hasta los 2.880 millones de euros.

Sin embargo, registró una pérdida neta para los accionistas de 1.660 millones de euros después de asumir un cargo no monetario de 2.700 millones de euros por rebajar el valor de su participación en Siemens Energy.

El beneficio neto también recibió un golpe de 558 millones de euros por la decisión de Siemens de abandonar Rusia tras el conflicto de Ucrania. Sus acciones se indicaban un 1,2% más bajas en las primeras operaciones, ya que también recortó sus previsiones de beneficios por acción para todo el año hasta 5,33 a 5,73 euros por acción, desde los 8,70 a 9,10 euros anteriores.

Aunque estas pérdidas se compensaron en parte con los 739 millones de euros de la venta de su Yunex Traffic, los cargos llevaron a Siemens a una pérdida neta de 1.660 millones de euros. (1 dólar = 0,9689 euros)