Syngenta, que planea cotizar en bolsa en los próximos meses, también gastó más en reorganizar su negocio y reservó efectivo para cubrir incertidumbres macroeconómicas como nuevos repuntes de las materias primas o posibles deudas incobrables de los clientes.

La empresa de capital chino declaró que sus beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) cayeron un 25% hasta los 900 millones de dólares en los tres meses transcurridos hasta finales de diciembre.

Las ventas aumentaron un 4%, hasta 7.500 millones de dólares, impulsadas por el fuerte crecimiento de su negocio de semillas.

"Como se indicó anteriormente, los agricultores aceleraron sus compras a principios de año debido a la preocupación por el suministro, lo que moderó el crecimiento del cuarto trimestre", declaró la empresa.

"El grupo siguió manteniendo los precios más altos necesarios para compensar los elevados costes de las materias primas y otros costes", añadió.

Durante 2022, las ventas de Syngenta aumentaron un 19%, hasta 33.400 millones de dólares, mientras que el EBITDA creció un 20%, hasta 5.600 millones de dólares.

Gran parte del crecimiento provino de China, donde la empresa añadió 136 centros más de formación y ventas MAP para alcanzar un total de 628 emplazamientos.

Syngenta, que compite con la estadounidense Corteva y las alemanas BASF y Bayer, fue comprada en 2017 por 43.000 millones de dólares por ChemChina, que se integró en Sinochem Holdings Corp en 2021.

La empresa matriz planea mantener una participación mayoritaria tras su salida a bolsa por valor de 10.000 millones de dólares, lo que se espera que valore a Syngenta en unos 50.000 millones de dólares.