Un índice de bancos europeos se dirigió el viernes hacia su mayor caída semanal en 17 meses, gracias a unos resultados poco alentadores a principios de semana y a una venta global de acciones que va cobrando ritmo.

El índice STOXX ha caído un 5,8% esta semana, ya que la caída del 2,1% del viernes se sumó al descenso del 4,5% del jueves. Sería su mayor caída semanal desde marzo de 2023, cuando el sector se vio sacudido por la quiebra de Credit Suisse y la preocupación por la estabilidad de los bancos regionales estadounidenses.

Los bancos centrales mundiales están empezando a recortar los tipos de interés -el Banco de Inglaterra los redujo el jueves y la Reserva Federal se prepara para un recorte el mes que viene-, lo que tiende a erosionar la rentabilidad de los prestamistas.

Societe Generale ha sido fundamental en este movimiento. El jueves recortó sus previsiones para sus ingresos netos por intereses minoristas en Francia, lo que hizo caer sus acciones un 8% y lastró al sector en general. El viernes cayeron otro 4,7%, alcanzando su nivel más bajo desde octubre.

El banco suizo UBS, que no figura en el índice bancario, vio caer sus acciones un 6,5% el viernes, poniéndose al día después de que los mercados suizos estuvieran cerrados por festivo el jueves.

El movimiento en los bancos es parte de una amplia venta en los mercados de valores con otros sectores, incluyendo la tecnología, siendo duramente golpeados. Los datos que muestran que el crecimiento mundial se está ralentizando y los recortes de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, cada vez más acelerados, tampoco están ayudando a los prestamistas.

Los bancos europeos han perdido casi 100.000 millones de dólares de valor de mercado en apenas una semana, según datos de LSEG.