Less Common Metals, una de las pocas empresas fuera de China que participa en una etapa clave del procesamiento de tierras raras, planea construir una planta en Francia, en colaboración con una empresa de reciclaje de ese país, según ha anunciado el propietario mayoritario y presidente de LCM.

La medida supondría un paso más en la diversificación del suministro occidental de tierras raras, fundamentales para la fabricación de imanes utilizados en vehículos eléctricos, turbinas eólicas y componentes electrónicos.

China representa alrededor del 90 % de la producción mundial de tierras raras procesadas.

LCM tiene como objetivo iniciar la producción de metales y aleaciones de tierras raras en Francia para 2027, utilizando materias primas de una planta que está construyendo Carester, según declaró Grant Smith a Reuters.

Francia, que aspira a convertirse en un centro europeo para el sector de las tierras raras, también alberga una planta de tierras raras propiedad del grupo químico Solvay, que inició una ampliación en abril.

Próximamente se tomará una decisión definitiva sobre el proyecto de 110 millones de euros (124 millones de dólares) de LCM, que se construiría en Lacq, en el suroeste de Francia, junto a la planta de Carester, que se encargará de reciclar imanes permanentes usados, añadió Smith.

«Para dar los últimos retoques a nuestro proyecto, necesitamos dos cosas: conseguir la financiación y finalizar la compra para asegurarnos de que el proyecto sea viable», declaró Smith en una entrevista.

Carester ha recibido 216 millones de euros de financiación de fuentes japonesas y del Gobierno francés para su unidad de procesamiento Caremag, que se espera que produzca 1400 toneladas métricas de óxidos de tierras raras al año, principalmente a partir de imanes reciclados.

LCM tiene previsto solicitar fondos tanto a la Unión Europea como a Francia, y también planea obtener financiación mediante capital o deuda, según Smith.

LCM tomaría los óxidos de tierras raras de Caremag y los procesaría para convertirlos en metales y aleaciones de tierras raras, que se venderían a productores de imanes permanentes.

Las tierras raras pasan por un proceso largo y complejo para transformarse de mineral extraído a imanes permanentes acabados, y solo unas pocas empresas fuera de China se dedican al segmento de los metales y las aleaciones.

Desde 1992, LCM produce una gama de metales y aleaciones de tierras raras en su planta de Ellesmere Port, en el noroeste de Inglaterra, y continuará con esa producción a medida que se expanda al extranjero, según Smith.

A largo plazo, LCM también está considerando establecer operaciones en Norteamérica y Asia, añadió.

(1 dólar = 0,8862 euros) (Información de Eric Onstad; edición de Mark Potter)