SSAB anunció en noviembre que estaba en conversaciones para comprar IJmuiden, lo que suscitó la preocupación de algunos analistas e inversores de SSAB por la operación, que costaría entre 2.000 y 3.000 millones de dólares.

"Hemos evaluado cuidadosamente a Tata Steel IJmuiden y hemos llegado a la conclusión de que una adquisición sería difícil por razones técnicas", dijo el director ejecutivo de SSAB, Martin Lindqvist.

"Las sinergias que veíamos en la transacción no justificarían plenamente los costes y las inversiones necesarias para nuestra deseada transformación".

La ruptura de las conversaciones supone un golpe para la india Tata Steel, que ha estado deseando desprenderse de sus activos europeos, pero aumenta el número de socios potenciales para Thyssenkrupp, cuya división de acero está en venta.

Las acciones de SSAB subieron un 7,7%, mientras que las de Tata Steel bajaron un 3,6%. Las acciones de Thyssenkrupp ganaron un 0,8%.

"Las conversaciones para la adquisición del activo de IJmuiden han sido una preocupación para el mercado debido a la ausencia de sinergias evidentes", dijo Credit Suisse en una nota sobre SSAB.

SSAB, que también presentó unos resultados del cuarto trimestre mejores de lo esperado, ha atraído a los inversores en los últimos años con su empresa de acero ecológico Hybrit, y a los inversores les preocupaba que un acuerdo con Tata no fuera coherente con esa estrategia.

Cuando se le preguntó si las futuras oportunidades de fusiones y adquisiciones incluían a Thyssenkrupp, Lindqvist dijo: "Damos prioridad a la fabricación de acero sin fósiles y a todas las posibilidades que vemos para una empresa como SSAB".

Tata Steel, que estuvo cerca de una empresa conjunta con Thyssenkrupp en 2019, dijo que seguía comprometida con una solución estratégica para sus activos europeos, que incluyen la acería de Port Talbot en Gales.

Su comité de empresa europeo dijo que no esperaba que se reactivaran las conversaciones de fusión con Thyssenkrupp.

(1 dólar = 0,8264 euros)