La policía fiscal italiana incautó esta semana más de 130 coches Fiat importados de Marruecos alegando que una pegatina con los colores de la bandera italiana en sus puertas podía dar una falsa indicación de su origen, según declaró el sábado un portavoz de Stellantis Italia.

El portavoz confirmó una información de los medios de comunicación locales según la cual 134 minicoches Topolino producidos por Fiat, marca de Stellantis, habían sido incautados temporalmente en el puerto italiano de Livorno a su llegada del país norteafricano, donde fueron fabricados.

"El único propósito de la pegatina era indicar el origen empresarial del producto", dijo el portavoz, añadiendo que el grupo creía haber operado en total conformidad con las normas.

Dijo que el diseño del nuevo Topolino -un modelo histórico para Fiat desde 1936- fue concebido y desarrollado en Italia por un equipo del Centro Stile FIAT, parte de Stellantis Europe, que es una empresa italiana.

La decisión de producir el nuevo Topolino en Marruecos estaba clara desde que se anunció el nuevo modelo.

"En cualquier caso, para resolver cualquier problema, se decidió intervenir en los vehículos con la retirada de los pequeños adhesivos, a reserva de la luz verde de las autoridades", declaró el portavoz.

El gobierno de derechas italiano y Stellantis llevan meses enfrentados por las opciones de producción del grupo, ya que Roma afirma que los coches comercializados como productos italianos deberían fabricarse en el país.

El mes pasado, la marca de Stellantis Alfa Romeo dijo que cambiaría el nombre de su nuevo "Milano" por el de "Junior" para poner fin a una disputa con el gobierno, que criticó la elección de un nombre italiano para un vehículo fabricado en Polonia. (Reportaje de Francesca Landini; edición de Giles Elgood)