La Comisión Europea propuso el miércoles permitir mayores niveles de ayuda estatal para que Europa pueda competir con Estados Unidos como centro de fabricación de vehículos eléctricos y otros productos ecológicos y reducir su dependencia de China.

La idea no gusta a los países pequeños y a los que, como Italia, tienen presupuestos ajustados, ya que temen que unas normas de ayuda estatal más laxas permitan a países más ricos como Alemania gastar más que otros miembros de la UE.

La propuesta de Bruselas es "un punto de partida que puede y debe mejorarse para que sea realmente eficaz", dijo Urso en un comunicado, añadiendo que el plan debe ser "más ambicioso, sobre todo en términos de financiación".

Para tratar de garantizar la igualdad de condiciones, la Comisión también ha sugerido que los Estados miembros que quieran ayudar a las industrias ecológicas podrían recurrir a unos 250.000 millones de euros (272.300 millones de dólares) de fondos de la UE, en su mayoría procedentes del fondo de recuperación pospandémica del bloque.

A más largo plazo, la Comisión ha hablado de crear un Fondo Europeo de Soberanía para invertir en tecnologías emergentes, pero en medio de la oposición de Holanda y otros países a más facilidades de gasto y deuda de la UE, no está claro si podría producirse ni cuándo.

Urso afirmó que Italia insistirá en que cualquier flexibilización de las normas sobre ayudas estatales vaya acompañada de la creación de un nuevo mecanismo central de gasto de la UE, basado en la "experiencia positiva" del fondo post-pandemia y el programa de desempleo SURE.

También advirtió del peligro de favorecer indebidamente a los países con mayor poder adquisitivo, subrayó la necesidad de préstamos a escala de la UE para apoyar a las industrias ecológicas y pidió más claridad sobre la idea del Fondo Soberano Europeo.

Urso dijo que hablaría con sus colegas de la República Checa, Hungría, Bulgaria, Rumanía, Grecia, Suecia, Portugal, Croacia, España, Austria y Chipre, y con el Comisario de Industria de la UE, Thierry Breton, antes de las negociaciones de la cumbre europea de marzo.