Las acciones de Tesla cayeron el jueves a su nivel más bajo en más de un año después de que Deutsche Bank planteara su preocupación por el creciente enfoque del fabricante de automóviles eléctricos en sus productos de vehículos autónomos cuando los beneficios están bajo presión.

Las acciones de la empresa dirigida por Elon Musk cayeron un 2,7% a 151,26 dólares después de que la correduría rebajara el valor a "Mantener" y recortara su precio objetivo a 123 dólares desde 189 dólares.

El comentario de la correduría se produce después de que Reuters informara a principios de este mes de que Tesla había decidido cancelar su coche económico, prometido hace tiempo y que los inversores esperaban que impulsara el crecimiento, mientras seguía desarrollando el Robotaxis sobre la misma plataforma de vehículos.

Tesla ha estado presionando para lograr una mayor adopción de su software de asistencia avanzada al conductor de conducción autónoma completa antes de presentar Robotaxi en agosto.

Según la correduría, descifrar el código de la autonomía total sin conductor representa un importante reto tecnológico, normativo y operativo.

"El retraso de los esfuerzos del Modelo 2 crea el riesgo de que no haya ningún vehículo nuevo en la gama de consumo de Tesla en un futuro previsible, lo que presionaría a la baja su volumen y sus precios durante muchos años más", dijo Emmanuel Rosner, analista de Deutsche Bank.

A medida que la rentabilidad se ve afectada por los recortes de precios para impulsar la demanda de sus vehículos eléctricos, Tesla despidió a principios de esta semana a más del 10% de su plantilla mundial, incluso mientras sigue intentando revivir el enorme acuerdo salarial de Musk de 2018.

La empresa ha pedido a sus accionistas que reafirmen su aprobación de la paga de 56.000 millones de dólares de Musk que se fijó en 2018, pero que fue rechazada por un juez de Delaware en enero.

Las acciones de Tesla cayeron el jueves a su nivel más bajo en casi 15 meses, tras desprenderse de un 37,4% de su valor en lo que va de año, convirtiéndose en el segundo valor con peor comportamiento del índice S&P 500 .

Su capitalización bursátil se reducirá en más de 17.000 millones de dólares, hasta unos 478.000 millones, si se mantienen las pérdidas. Aún así, la empresa sigue siendo el fabricante de automóviles más valioso del mundo.