El presidente Donald Trump ha ordenado a los trabajadores federales que vuelvan a la oficina cinco días a la semana, firmando una orden ejecutiva frente a partidarios que le vitoreaban en el Capital One Arena de Washington el lunes.

La medida obligaría a un gran número de empleados gubernamentales de cuello blanco a renunciar a los acuerdos de trabajo a distancia, revirtiendo una tendencia que despegó en las primeras etapas de la pandemia de COVID-19.

Algunos de los aliados de Trump han dicho que el mandato de vuelta al trabajo pretende ayudar a destripar la función pública, facilitando a Trump la sustitución de los trabajadores del gobierno con muchos años de servicio por leales.

En una breve declaración publicada en el sitio web de la Casa Blanca, Trump ordenó a todos los jefes de departamentos y agencias que, "tan pronto como sea factible, tomen todas las medidas necesarias para poner fin a los acuerdos de trabajo a distancia y exijan a los empleados que vuelvan a trabajar en persona en sus respectivos lugares de destino a tiempo completo, siempre que los jefes de departamento y agencia hagan las excepciones que consideren necesarias."

El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk -que preside un organismo destinado a reducir costes- predijo recientemente que revocar "el privilegio de la era COVID" del teletrabajo desencadenaría "una oleada de ceses voluntarios que acogemos con satisfacción."