El bajo perfil de Tesla llega en un momento en el que China está intentando cortar el paso a las empresas privadas más poderosas, especialmente en el sector tecnológico. Al igual que en otros lugares, los reguladores de China, el mayor mercado automovilístico del mundo, debaten la política y las normas del sector con empresas locales y mundiales, asociaciones del sector y grupos de reflexión.

Los fabricantes de automóviles suelen asistir a este tipo de reuniones en China, pero a diferencia de sus rivales, como Toyota Motor y General Motors, los funcionarios de Tesla solían ausentarse de las reuniones a puerta cerrada, según varias fuentes familiarizadas con el asunto obtenidas por Reuters. Pero en las últimas semanas, los ejecutivos de Tesla han participado en al menos cuatro debates sobre temas como el almacenamiento de datos en el sector de la automoción, las tecnologías de comunicación entre vehículos e infraestructuras, el reciclaje de coches y las emisiones de carbono.

La compañía californiana fabrica los Model 3 y los Model Y en su fábrica de Shanghái. En estas reuniones no asumió ningún compromiso concreto, pero su mera presencia demuestra que la estrategia ha cambiado.

Segundo mercado mundial de la marca

Tesla también está ampliando su equipo de relaciones gubernamentales en China, según una de las fuentes. China es el segundo mercado del fabricante de automóviles, después de Estados Unidos, y representa alrededor del 30% de las ventas mundiales. En los últimos meses ha aumentado la presión sobre las generalmente excelentes relaciones de Tesla con Pekín.

En febrero, los reguladores chinos la emplazaron tras los informes de los consumidores sobre incendios de baterías, aceleraciones inesperadas y fallos en las actualizaciones automáticas de software.

Y en marzo, Tesla fue objeto de escrutinio cuando el ejército prohibió el acceso de sus coches a sus recintos, alegando problemas de seguridad con las cámaras de los vehículos.

El mes pasado, Tesla fue objeto de críticas por parte de los medios de comunicación estatales y de los organismos reguladores después de que una clienta, enfadada por la gestión de su queja sobre unos frenos defectuosos, se subiera al techo de un coche Tesla en señal de protesta en el salón del automóvil de Shanghai. Los vídeos del incidente se han hecho virales.

Grace Tao, la vicepresidenta de Tesla que dirige las relaciones con el gobierno en China, fue criticada por los medios de comunicación estatales el mes pasado después de que se la citara en una entrevista en la que cuestionaba que la clienta agraviada actuara por su cuenta.

En respuesta a las diversas quejas, Tesla dijo que establecería un centro de datos en China, lanzaría una autoinspección para mejorar los servicios y trabajaría con los reguladores.