Texas Instruments anunció este miércoles que invertirá más de 60.000 millones de dólares para ampliar su capacidad de fabricación en Estados Unidos, sumándose a la ola de fabricantes de semiconductores que refuerzan la producción nacional ante la presión de la administración Trump para relocalizar la cadena de suministro de chips.
En diciembre, la administración Biden aprobó un subsidio gubernamental de 1.610 millones de dólares para Texas Instruments, destinado a respaldar la construcción de tres nuevas instalaciones tras el anuncio de la compañía de invertir al menos 18.000 millones de dólares bajo la ley CHIPS and Science de 52.700 millones de dólares.
La empresa detalló este miércoles que los 60.000 millones de dólares se destinarán a construir o ampliar siete fábricas de chips en tres ubicaciones de Texas y Utah, incluyendo dos nuevas instalaciones en Sherman, Texas, lo que generará 60.000 empleos. Texas Instruments calificó la operación como la "mayor inversión en la historia de la fabricación de semiconductores fundamentales en EE.UU."
En agosto de 2024, la compañía indicó que podría construir siete plantas de chips y gastar hasta 40.000 millones de dólares en sus operaciones de Sherman, Texas, y 21.000 millones adicionales en plantas de Utah y otras ubicaciones texanas.
Texas Instruments ha estado edificando instalaciones en Texas y una en Utah como parte de sus esfuerzos para fortalecer la producción interna y contrarrestar la creciente competencia de fabricantes chinos de chips analógicos.
La compañía no precisó el calendario exacto de la inversión, que contempla hasta 46.000 millones de dólares en Texas y cerca de 15.000 millones en Utah. Texas Instruments aseguró que su plan de gasto de capital a largo plazo permanece sin cambios.
A diferencia de empresas especializadas en chips de IA como Nvidia y AMD, TI fabrica chips analógicos o fundamentales utilizados en dispositivos cotidianos como teléfonos inteligentes, automóviles y equipos médicos, lo que le otorga una amplia base de clientes que incluye a Apple, SpaceX y Ford Motor.
El plan de inversión sigue la estela de otros anuncios en la industria de semiconductores, como el de Micron, que la semana pasada comunicó que ampliará su inversión en EE.UU. en 30.000 millones de dólares, elevando su gasto previsto a 200.000 millones.
Analistas consideran que estos planes de gasto son gestos hacia el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha amenazado en reiteradas ocasiones con derogar la ley CHIPS and Science de 52.700 millones de dólares de 2022 y advertido sobre posibles nuevos aranceles a las importaciones de semiconductores.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, declaró este miércoles que la inversión de Texas Instruments impulsará "semiconductores fundamentales que se integran en la electrónica de uso diario. Nuestra asociación con TI apoyará la fabricación de chips en Estados Unidos durante las próximas décadas".
Como otras empresas que anuncian compromisos de gasto similares, el anuncio de TI incluye fondos ya asignados a instalaciones que están en construcción o en proceso de ampliación.