El mayor fabricante europeo de electrónica de defensa dijo que había conseguido 4.240 millones de euros (4.200 millones de dólares) de nuevos pedidos en el tercer trimestre, un 36% más en términos comparables, y generó 4.040 millones de euros de ingresos, un 8,5% más.

Los ingresos se vieron impulsados por la demanda de sistemas de ciberseguridad y el repunte del negocio de biometría de la antigua Gemalto, ahora conocida como Identidad y Seguridad Digital de Thales.

Esto se produjo a pesar de los continuos problemas para conseguir entregas de chips, que el director financiero Pascal Bouchiat predijo que "ciertamente será un tema de vigilancia en 2023".

Entre los nuevos pedidos más importantes se incluye un acuerdo para sistemas de entretenimiento en vuelo para la futura flota de A350 de Emirates de Dubai, un satélite de comunicaciones surcoreano y un pedido de exportación para el radar naval de alerta temprana Sea Fire de la empresa.

Thales reafirmó sus objetivos para 2022, que incluían un crecimiento de las ventas en términos comparables de entre el 3,5% y el 5,5%, pero dijo que cada vez confiaba más en alcanzar la parte superior de ese rango.

Los analistas esperaban de media una entrada de pedidos en el tercer trimestre de 3.630 millones de euros y unos ingresos de 3.870 millones, según un consenso elaborado por la empresa.

Thales dijo que seguía enfrentándose a problemas en las cadenas de suministro y a la escasez de mano de obra, así como a la inflación y al impacto en sus negocios de la invasión rusa de Ucrania, que seguía estimando en 100 millones de euros.

Sin embargo, Bouchiat dijo que Thales se beneficiaría de cualquier debilidad continuada del euro.

"Estoy muy contento de ver un dólar fuerte (...) es un refuerzo de la competitividad cuando exportamos", dijo a los periodistas.

Thales dijo que ampliaría los equipos de contratación y se centraría en trasladar los aumentos de sus costes de compra a sus clientes.

(1 dólar = 1,0047 euros)