La introducción del teletrabajo en la operativa bursátil de Canadá está poniendo a prueba los sistemas utilizados para vigilar su actividad, y algunos expertos afirman que la tecnología debe ser más robusta para protegerse de actividades no autorizadas o de posibles transacciones con información privilegiada.

El Banco del Canadá advirtió en mayo que el paso al trabajo a distancia podría dejar a las instituciones financieras más expuestas a vulnerabilidades en la operativa, incluidos los retos que plantean para la vigilancia los cambios en las pautas de negociación. El banco central no quiso hacer comentarios para este artículo.

Hasta ahora, los bancos y el regulador de los mercados de valores no han cambiado significativamente sus sistemas de vigilancia, y han salido a la luz pocas actividades sospechosas desde que la mayoría de los operadores comenzaron a trabajar a distancia en marzo.

Pero algunos advierten de los riesgos.

"Se necesita más tiempo para detectar cualquier problema o malversación con el teletrabajo", dice Marius Zoican, profesor de finanzas de la Universidad de Toronto. La volatilidad observada en algunos puntos durante la crisis, combinada con un aumento de las transacciones minoristas, añade "ruido a cualquier 'señal' que los reguladores puedan estar buscando".

Los riesgos son más altos para valores menos monitorizados como la renta fija y otras operaciones extrabursátiles, según Richard Carleton, máximo ejecutivo de la Bolsa de Valores de Canadá (Canadian Securities Exchange), donde solo cotizan acciones.

"La tecnología de los bancos es suficiente para realizar operaciones, recepción y ejecución de órdenes" a distancia, dijo Zoican. Sin embargo, sin la seguridad añadida de las cámaras de las salas de negociación y de los supervisores in situ, hay lagunas en la intermediación bursátil con teletrabajo, según Zoican.

Las exenciones ofrecidas por el regulador, la Organización Reguladora de la Industria de la Inversión de Canadá (IIROC, según sus siglas en inglés), que incluyen la exención de las auditorías en persona, las comprobaciones de identidad y los plazos de presentación de informes, también podrían retrasar la detección.

La tecnología podría quedarse corta en áreas como la determinación de si un operador en particular es el que lleva a cabo las operaciones, y los casos de uso de información privilegiada, según Zoican.

Los sistemas de vigilancia deberían incluir el registro de pulsaciones de teclas, y la información propietaria de las empresas debería existir únicamente en la nube, según Chris Ford, máximo ejecutivo de Capco, una consultora canadiense centrada en servicios financieros.

La IIROC espera que los cambios provocados por la pandemia "den lugar a lecciones" para el futuro, pero tal análisis es prematuro, según una portavoz, lo que indica que no se vislumbran cambios en el horizonte.

Los bancos comerciales también han mantenido sus sistemas.

"La presencia física de un supervisor en la sala de negociación ha sido reemplazada ahora por una persona... que trabaja con los equipos de forma periódica a distancia", dijo David Barrons, jefe de gestión de operativa financiera del Toronto-Dominion Bank.

"El resto de la vigilancia que hacíamos antes no ha cambiado".

GRIETAS

Royal Bank of Canada, el banco más grande de la nación, ha desplegado portátiles seguros con tecnología de vigilancia y equipos de comunicación, dijo Bruce Ross, jefe de tecnología y operaciones en el banco.

Canadian Imperial Bank of Commerce dijo que sus equipos de negociación están apoyados por una "sofisticada tecnología de vigilancia de la operativa y la experiencia de nuestros equipos de cumplimiento normativo".

El software de vigilancia del Nasdaq, utilizado por la IIROC, funciona de la misma manera cuando los operadores trabajan desde su casa que en las salas de negociación, según un portavoz.

Sin embargo, la tecnología no registra las pulsaciones de teclas ni la actividad del software, según dijo.

El Banco de Nueva Escocia declinó hacer comentarios. El Banco de Montreal no respondió a una solicitud de comentarios.

Wendy Rudd, exejecutiva de la IIROC, ahora en el consejo de administración de la asociación empresarial Canadian Regulatory Technology Association (CRTA), dijo que aunque existe tecnología para cubrir las lagunas, las empresas más pequeñas pueden no saber de ella, y los sistemas "legacy" o heredados podrían obstaculizar la adopción en las empresas más grandes.

"El cambio ha sido tan rápido, que los aspectos de regulación y cumplimiento han tenido que evolucionar sobre la marcha", dijo Bryden Teich, gestor de carteras de Avenue Investment Management, que ejecuta las operaciones a través de uno de los grandes bancos.

"¿Habrá cosas que se escapen por las grietas? Sí. Pero es una industria muy regulada y hay cosas en vigor para salvaguardar el sistema."

Los Administradores de Valores Canadienses (Canadian Securities Administrators, CSA), que controlan la IIROC, introducirán este otoño una plataforma de análisis de mercado postnegociación que complementará la tecnología de vigilancia en vivo de la IIROC.

Sustituyendo su sistema actual, "proporcionará una mayor eficiencia en las etapas de análisis e investigación mediante la automatización de varios procesos", dijo una portavoz de CSA.

No obstante, inicialmente solo abarcará la negociación de renta variable.

Si bien la IIROC exige que las empresas que utilizan sus medidas de mitigación tengan alternativas, les permite determinar cuáles son.

"Los reguladores canadienses no son tan prescriptivos", dijo Donna Bales, cofundadora de CRTA.

"Si lo fueran, podría haber reglas que leyeran las máquinas", añadió. "Hay movimientos dentro de algunos de los otros reguladores globales para avanzar hacia reglas más prescriptivas en formato legible por máquinas".

(Información de Nichola Saminather; editado por Denny Thomas y Chris Reese)