FRÁNCFORT (EFE Dow Jones)--El Banco Central Europeo está considerando poner fin a una inusual política de comunicaciones que pasa por que su economista jefe haga llamadas privadas a bancos e inversores poco después de las reuniones de política monetaria, una práctica que ha sorprendido a miembros de bancos centrales e integrantes del sector financiero.

Desde marzo del año pasado, Philip Lane, economista jefe del BCE, ha hablado directamente con un selecto grupo de instituciones mundiales en las horas posteriores a la toma de decisiones de política monetaria de la institución, en un intento de aclarar pronunciamientos públicos en ocasiones desconcertantes.

Las llamadas, de las que informó en diciembre The Wall Street Journal, rompían con la práctica tradicional del banco central de informar a todos los participantes en el mercado al mismo tiempo. Las llamadas se hicieron a grandes inversores como BlackRock Inc (BLK) y bancos como Goldman Sachs Group Inc (GS) o JPMorgan Chase & Co (JPM).

Tras darse a conocer las llamadas, Lane inicialmente dijo que planeaba seguir realizándolas. Pero en una carta a un miembro holandés del Parlamento Europeo, publicada el viernes en la página web del banco central, su presidenta, Christine Lagarde, dijo que la institución estaba reconsiderando el formato de las llamadas.

"El BCE aprende y revisa continuamente sus políticas y prácticas con la intención de hacerlas lo más eficaces posible; y esto también se aplica al campo de la comunicación", escribió Lagarde en la carta, en la que se respondían preguntas sobre las llamadas de Lane hechas por el político holandés Derk Jan Eppink.

Las llamadas de Lane comenzaron el 12 de marzo, cuando Lagarde sorprendió a los operadores al sugerir en la rueda de prensa que el banco central no apuntalaría el mercado de bonos italiano. Lagarde, que anteriormente fue directora gerente del Fondo Monetario Internacional y ministra de Finanzas de Francia, no había trabajado en un banco central antes de tomar las riendas del BCE en noviembre de 2019.

En su carta del viernes, Lagarde dijo que las llamadas de Lane buscaban "facilitar los intercambios sistemáticos sobre información recién publicada" y que el economista jefe del BCE había ido rotando las instituciones financieras a las que llamaba para intentar ser ecuánime.

La misiva hablaba de las llamadas en pasado y no sugería estrategias de comunicación alternativas que podría adoptar el BCE.

Banqueros y miembros de bancos centrales han advertido de que esta práctica podría privilegiar a grandes inversores al facilitarles información sensible. Ni el predecesor de Lagarde, Mario Draghi, ni su economista jefe, Peter Praet, hicieron algo parecido en sus últimos dos años en el cargo.

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Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por RMR

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January 25, 2021 03:20 ET (08:20 GMT)