Por Sinead Cruise y Tommy Reggiori Wilkes
LONDRES, 8 nov (Reuters) - Los bancos europeos se enfrentan a una tarea aún más difícil para cerrar una brecha en las ganancias sobre sus rivales estadounidenses, mientras Wall Street espera una nueva era de desregulación financiera bajo una segunda presidencia de Donald Trump.
Las entidades de crédito de la zona euro y Reino Unido se han visto lastradas por la escasa rentabilidad y la debilidad de las economías desde la crisis financiera mundial de 2008, mientras que los bancos estadounidenses se han revalorizado y han ganado cuota de mercado, especialmente en banca de inversión, a medida que sus rivales europeos retrocedían.
Algunos bancos habían empezado a recuperar el terreno perdido este año. Hasta esta semana, las bolsas europeas superaban a sus homólogas estadounidenses y habían crecido las esperanzas de que Estados Unidos adoptara algunos elementos de la normativa de Basilea III que exige a los bancos estadounidenses más capital, lo que ayudaría a nivelar el terreno de juego.
La victoria de Trump en las elecciones presidenciales de esta semana ha cambiado las tornas. Las acciones de JPMorgan, Goldman Sachs y Morgan Stanley se han disparado, mientras que el índice STOXX Europe 600 Banks ha bajado más de un 1% en la semana.
"La expectativa es simple: la desregulación y los recortes fiscales en Estados Unidos contrastan con la estricta supervisión y los bajos tipos de interés de Europa", afirma David Materazzi, consejero delegado de la plataforma de intermediación automatizada Galileo FX, con sede en Italia.
"Si los bancos estadounidenses obtienen el apoyo político esperado, podrían aumentar los volúmenes de préstamos y optimizar el capital de una forma que los bancos europeos no pueden igualar ahora mismo", afirmó Materazzi.
Desde principios de 2010, las acciones de los bancos europeos han caído un 10%, mientras que las de los estadounidenses se han más que triplicado.
El Banco Central Europeo ha calculado que el rendimiento de los fondos propios de los bancos de la zona del euro fluctúa en torno al 5%, frente al 10% de EEUU, vinculándolo a los mayores ingresos por comisiones de EEUU y a los préstamos morosos heredados, con los que los bancos europeos siguen lidiando.
(Información adicional de Elisa Martinuzzi en Londres y Jesús Aguado en Madrid; edición de William Maclean; edición en español de Mireia Merino)