El banco mantuvo sus perspectivas alcistas para los precios del petróleo en la segunda mitad del año, pero dijo que los riesgos emergentes de los crecientes casos de coronavirus en China y el desvanecimiento de esos factores transitorios podrían provocar retrocesos a corto plazo.

El banco británico dijo que había aumentado sus previsiones de precios en 2 dólares por barril de media para este año. Considera que los precios del crudo WTI se situarán en una media de 52 dólares por barril y los del Brent en 55 dólares por barril.

La preocupación por la reanudación de los cierres de COVID-19 hizo que el Brent bajara 8 centavos, o un 0,1%, hasta los 55,38 dólares por barril a las 0717 GMT, y el crudo estadounidense West Texas Intermediate hasta los 52,26 dólares por barril el lunes.

Los casos de COVID-19 han subido en China, arrojando una sombra sobre las perspectivas de la demanda en el mayor consumidor de energía del mundo, el principal pilar de fortaleza para el consumo mundial de petróleo.

Sin embargo, "el choque COVID-19, a pesar de sus agudos efectos sobre la demanda de movilidad, no parece haber afectado materialmente, al menos por ahora, al continuo de la oferta y la demanda de petróleo", dijo Barclays.

El sorprendente recorte voluntario de la producción de petróleo por parte de Arabia Saudí a principios de enero podría ayudar al mercado del petróleo a sortear la baja demanda estacional del primer trimestre, según el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

Sin embargo, Barclays no espera que el recorte unilateral se extienda más allá del primer trimestre y, en cambio, prevé que la OPEP y sus aliados aumenten el suministro en 1,5 millones de barriles diarios (bpd) en conjunto en el segundo trimestre y otros 1,5 millones de bpd en la segunda mitad.

El banco espera que la demanda de transporte se normalice a finales de 2021 gracias a las campañas de vacunación en curso y a una demanda de transporte de mercancías relativamente sólida debido al fuerte apoyo fiscal.