MILÁN, 14 abr (Reuters) - Los inversores de UniCredit decidirán el jueves si aprueban el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado del banco italiano, si bien el problema que echó por tierra su primer intento de dirigir una gran entidad está ensombreciendo su segundo intento: la cuestión del salario.

Orcel, de 57 años, se incorporará a UniCredit poco más de dos años después de que el banco español Santander retirara una oferta para convertirlo en su consejero delegado tras un desacuerdo sobre su paquete salarial, que desencadenó una disputa legal de 112 millones de euros (134 millones de dólares).

Aunque es sólo una fracción de las bonificaciones de más de 30 millones de dólares que Orcel recibió como banquero de Merrill Lynch al principio de su carrera, la oferta de UniCredit de hasta 7,5 millones de euros (9 millones de dólares) al año lo sitúa por delante del nuevo consejero delegado del banco británico Lloyds, Charlie Nunn, y de la mayoría de sus homólogos europeos, según los analistas.

UniCredit ha dicho que el paquete no incluye ninguna compensación por los más de 25 millones de euros en pago diferido de su antiguo empleador UBS, que Orcel perderá al aceptar un nuevo trabajo.

Pero la bonificación en acciones de hasta 5 millones de euros, que es el doble del sueldo fijo, no está vinculada al rendimiento ni sujeta a cláusulas de devolución durante el primer año.

La bonificación garantizada y un paquete salarial en general mucho más elevado que el de su austero predecesor, Jean Pierre Mustier, han irritado a algunos de los inversores de UniCredit y han llevado a destacados asesores de accionistas a pedir el "no" en la votación del jueves.

Tanto Institutional Shareholder Services como Glass Lewis respaldan el nombramiento de Orcel, pero han recomendado rechazar la política de remuneración de UniCredit debido al "problemático paquete salarial del nuevo consejero delegado".

"El paquete no está en sintonía con el entorno actual, que pide sobriedad, y con la retribución del anterior consejero delegado", dijo el fundador de Frontis Governance y asesor de accionistas sobre el ejercicio del derecho a voto, Sergio Carbonara.

Frontis también aconsejó a los accionistas que votaran en contra de la política salarial y Carbonara dijo que esperaba que fuera rechazada.

Dos de los 30 principales inversores de UniCredit, que hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto, dijeron a Reuters que sus fondos votarían en contra del paquete de remuneración.

Un portavoz de UniCredit dijo que sería decisión de Orcel qué hacer si su paquete salarial no es aprobado.

No todos los inversores de UniCredit recriminan a Orcel su sueldo. La histórica fundación bancaria Fondazione Cariverona ha afirmado que las "importantes y valientes" decisiones a las que se enfrenta UniCredit para reactivar sus beneficios exigen contar con los mejores talentos disponibles.

También la Fondazione CRT de Turín, otro accionista de UniCredit, tiene la intención de apoyar el paquete.

Si se rechaza el paquete salarial propuesto por Orcel, se mantendrá la política actual, es decir, un sueldo fijo de 2,1 millones de euros y el doble de remuneración variable.

(Información de Valentina Za, Stephen Jewkes y Maria Pia Quaglia desde Milán, y de Simon Jessop desde Londres; editado por Jane Merriman; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)