ESSEN (dpa-AFX) - En la disputa sobre el planteamiento de la Junta Directiva de Thyssenkrupp respecto a la reorganización prevista del Grupo, los empleados vuelven a recibir el apoyo del Gobierno del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de Renania del Norte-Westfalia, Karl-Josef Laumann (CDU), también se dirigirá a los trabajadores en la concentración de protesta prevista para el jueves frente a la sede central de Thyssenkrupp, según anunció el martes el IG Metall en Düsseldorf. Se espera que asistan hasta 5.000 empleados de todas las divisiones de Thyssenkrupp. Ese mismo día se celebrará una reunión del Consejo de Supervisión de la empresa matriz.

Laumann ya había participado en una manifestación similar el 30 de abril en Duisburgo y había pedido a la empresa que respetara la tradición de colaboración social.

Los representantes de los trabajadores acusan al Consejo de Administración dirigido por el Presidente Miguel López, entre otras cosas, de no implicarles suficientemente y en una fase temprana en las decisiones importantes. El Consejo de Administración lo rechaza. El principal foco de atención se centra en la división siderúrgica, el mayor fabricante de acero de Alemania, con 27.000 empleados: hace unas semanas, Thyssenkrupp anunció una importante reducción de la capacidad de producción de acero en Duisburgo, que irá acompañada de recortes de plantilla. Los detalles siguen abiertos.

Además, el holding EPCG del multimillonario checo Daniel Kretinsky se hará con el 20% de la división siderúrgica, y más adelante con el 50%. La asociación estratégica prevista se centrará principalmente en el suministro de energía. El Consejo de Supervisión votará la adquisición el jueves.

En una entrevista concedida el fin de semana, Knut Giesler, Director de Distrito de IG Metall en Renania del Norte-Westfalia, citó, entre otras cosas, varios años de seguridad en el empleo, seguridad en las instalaciones y compromisos de inversión como condiciones para la aprobación de los trabajadores en el Consejo de Supervisión. "Estas son las líneas rojas para nosotros", dijo Giesler a Welt am Sonntag. "Y si no hay una base escrita para ello antes de la reunión del Consejo de Supervisión, no me puedo imaginar que los representantes de los trabajadores estén de acuerdo con una venta de acciones".

Sin embargo, con el doble derecho de voto del Presidente del Consejo de Supervisión, la parte del capital puede votar más que la parte de los empleados. En este caso, Giesler anunció una "reacción correspondiente en la plantilla"./tob/DP/tih