Muy dependientes de los combustibles fósiles desde la catástrofe de Fukushima de 2011, cuatro empresas de servicios públicos registraron pérdidas en los nueve meses hasta finales de diciembre, mientras que seis prevén ahora pérdidas para todo el año.

Chubu Electric es la más afectada, ya que prevé una pérdida neta anual de 45.000 millones de yenes (391 millones de dólares), frente a su anterior previsión de beneficios de 25.000 millones de yenes.

"Los elevados precios de los combustibles, como el GNL, han mermado nuestros beneficios", declaró Masakazu Tsubouchi, director del grupo de contabilidad de Chubu, y añadió que el aumento de los precios de la electricidad al por mayor también perjudicó a su unidad minorista.

Tohoku Electric también rebajó sus perspectivas anuales, previendo unas pérdidas de 45.000 millones de yenes, frente a sus anteriores esperanzas de obtener un beneficio de 23.000 millones de yenes, mientras que Tokyo Electric amplió su estimación de pérdidas hasta los 41.000 millones de yenes, frente a los 16.000 millones de yenes.

Como reflejo de la escasa oferta mundial, los precios del carbón térmico se dispararon un 81% durante el periodo de referencia, los precios del GNL al contado en Asia se multiplicaron por cinco y el crudo Brent subió un 21%.

Solo tres de las nueve empresas de servicios públicos con centrales nucleares han conseguido reiniciar las plantas, ya que muchos reactores aún están en proceso de renovación de licencias debido a las normas de seguridad más estrictas impuestas después de 2011. Kyushu y Kansai también han reiniciado otros reactores este año comercial.

La tasa de utilización de la energía nuclear de Kyushu alcanzó un récord del 98% entre abril y diciembre, lo que permitió a la empresa mantenerse en números negros, aunque ha recortado su estimación de beneficios para todo el año en un 44%, hasta los 25.000 millones de yenes.

La tasa de utilización de la energía nuclear de Kansai se duplicó con respecto al año anterior, alcanzando el 63%. La empresa espera que su tasa anual aumente a su nivel más alto desde 2010 y la contribución de la energía nuclear a sus beneficios se estima en 60-70 mil millones de yenes para el año, dijo un portavoz de la empresa.

La empresa recortó su previsión de beneficios anuales en un 7%, hasta los 65.000 millones de yenes.

En virtud del plan de ajuste de los costes del combustible en Japón, las empresas de servicios públicos pueden repercutir la mayor parte del aumento de los costes del combustible a los consumidores en un plazo de 3 a 6 meses, lo que significa que el impacto en los beneficios a medio plazo será mínimo.

"A corto plazo, Kyushu y Kansai obtendrán mejores resultados que sus rivales, ya que tienen una proporción relativamente alta de energía nuclear en su mezcla de generación de energía", dijo Toshinori Ito, presidente de Ito Research & Advisory, especializada en mercados energéticos.

"Pero esas ganancias no pueden cubrir todos los cuantiosos gastos a los que tuvieron que hacer frente tras la catástrofe, incluidos los costes de adquisición de combustible y los de construcción para cumplir las normas nucleares más estrictas", añadió.

(1$ = 115,0000 yenes)