Tokyu Corporation ha revisado sus previsiones de beneficios consolidados y no consolidados para el año fiscal que finaliza el 31 de marzo de 2020. Para el año, en base consolidada, la compañía espera unos ingresos de explotación de 1.163.000 millones de yenes, un beneficio de explotación de 69.000 millones de yenes y un beneficio atribuible a los propietarios de la empresa matriz de 46.000 millones de yenes, frente a las previsiones anteriores de ingresos de explotación de 1.179.900 millones de yenes, un beneficio de explotación de 83.000 millones de yenes y un beneficio atribuible a los propietarios de la empresa matriz de 58.000 millones de yenes. Para el año, en base no consolidada, la compañía espera unos ingresos de explotación de 217.000 millones de yenes, un beneficio de explotación de 37.000 millones de yenes y un beneficio neto de 28.000 millones de yenes, frente a las previsiones anteriores de unos ingresos de explotación de 284.531 millones de yenes, un beneficio de explotación de 54.538 millones de yenes y un beneficio neto de 38.292 millones de yenes.