El 6 de enero de 2022, 3D Investment Partners envió una propuesta al consejo de administración de la empresa para que se celebrara una junta general extraordinaria en la que se votara el plan de disolución. Además, 3D declaró que, si se aprobaba una junta general extraordinaria, en realidad votaría en contra de su propia propuesta de que se modificaran los estatutos de Toshiba para obligar a que el plan de reorganización estratégica contara con el apoyo de dos tercios de los votos.