El conglomerado industrial japonés Toshiba Corp tiene previsto presentar el viernes sus planes para dividirse en tres empresas que cotizan en bolsa y que se centrarán en las infraestructuras, los dispositivos y los chips de memoria, según fuentes conocedoras del asunto.

El plan, fruto de una revisión estratégica emprendida tras un escándalo de gobierno corporativo muy perjudicial, tiene como objetivo mejorar el valor para los accionistas y animar a los accionistas activistas a salir, dijeron.

La revisión prevé que sus divisiones de energía nuclear y de infraestructuras estén bajo una sola empresa, mientras que sus divisiones de chips de energía y discos duros formarán la columna vertebral de otra, dijeron las fuentes, que no estaban autorizadas a hablar con los medios de comunicación y declinaron ser identificadas.

La tercera empresa será la propietaria de la participación del 40,6% que Toshiba tiene en el fabricante de chips de memoria Kioxia, que no cotiza en bolsa.

Toshiba dijo esta semana que la división en tres partes era una opción que se estaba considerando. No quiso hacer más comentarios inmediatos el viernes, antes de una serie de anuncios que abarcarán la revisión estratégica, los resultados del segundo trimestre y las conclusiones de un informe sobre gobierno corporativo.

Algunos inversores de Toshiba no están convencidos de que una ruptura vaya a crear valor, dijeron fuentes de los accionistas, que declinaron ser identificados antes de un anuncio formal del plan.

"Tiene sentido dividirse si la valoración de un negocio altamente competitivo se ve obstaculizada por otros negocios", dijo Fumio Matsumoto, estratega jefe de Okasan Securities.

"Pero si no existe tal negocio, la escisión sólo crea tres empresas medianas sin brillo".

El otrora conglomerado de 146 años de antigüedad ha dado tumbos de crisis en crisis https://www.reuters.com/technology/toshibas-lurch-crisis-crisis-since-2015-2021-11-11 desde un escándalo contable en 2015. Dos años más tarde, se aseguró una inyección de efectivo de 5.400 millones de dólares de más de 30 inversores extranjeros que ayudó a evitar una exclusión de la lista, pero trajo accionistas activistas como Elliott Management, Third Point y Farallon.

La tensión entre la dirección de Toshiba y los accionistas extranjeros ha dominado los titulares desde entonces y, en junio, una explosiva investigación encargada por los accionistas concluyó que Toshiba se confabuló con el Ministerio de Comercio de Japón para impedir que los inversores ganaran influencia en la junta de accionistas del año pasado.

Se espera que Toshiba se recupere de la caída causada por la pandemia del COVID-19 y que obtenga un beneficio operativo de 37.700 millones de yenes en el trimestre julio-septiembre, frente a los 15.800 millones de yenes del año anterior, según una media de las estimaciones de seis analistas recopiladas por Refinitiv.