Toyota Motor Corp recortó el viernes su plan de producción mundial para junio por segunda vez esta semana y señaló que su estimación de producción para todo el año podría reducirse, destacando el dolor de la crisis de la cadena de suministro y el cierre de China.

La producción de los fabricantes de automóviles a nivel mundial se ha visto afectada por la escasez de microchips y también por los cierres COVID-19 de China. La reducción de Toyota -considerada en general como un barómetro de Japan Inc- se produce un día después de que los datos mostraran que las ventas de coches en China, Europa y Estados Unidos siguen siendo débiles.

El mayor fabricante de automóviles de Japón dijo que ahora esperaba producir unos 50.000 vehículos menos en junio, para un total de unos 800.000, debido al cierre en Shangai. El martes ya había recortado su plan para el mismo mes en 100.000 vehículos, citando la escasez de chips.

Toyota dijo que existía "una posibilidad" de que redujera su plan de producción para todo el año de 9,7 millones de vehículos.

"Es muy difícil estimar la situación actual del suministro de piezas debido al bloqueo en curso en Shanghai", dijo.

Esa falta de certeza sobre las piezas ha sido una constante para los fabricantes de automóviles, tanto en Japón como en otros países. Dado que China es tanto el mayor mercado automovilístico del mundo como un gigante de la fabricación global, los cierres allí tienen implicaciones tanto para la oferta como para la demanda, han dicho los analistas.

Este mes, Subaru Corp advirtió que a sus concesionarios estadounidenses les quedan unas existencias récord de unos 5.000 vehículos, mientras que Honda Motor Corp dijo que reduciría la producción en un 20% en dos fábricas nacionales.

Toyota dijo que sus modelos Corolla, RAV4, Prius y 4Runner estarían entre los afectados por la suspensión de la producción. (Reportaje de David Dolan Edición de Jan Harvey, David Goodman y Jane Merriman)