El proceso, que se esperaba para este año, costaría a Daimler unos 700 millones de euros, dijo el consejero delegado Ola Kallenius, añadiendo que la decisión de Daimler de mantener una participación del 35% en el fabricante de camiones mostraba su fe en la división que se espera que se una a su empresa matriz en el índice DAX de Alemania después de la escisión.

Daimler Trucks es el mayor fabricante de camiones del mundo, con unos ingresos medios de 40.000 millones de euros antes de la pandemia, pero su margen de beneficios se ha quedado este año por detrás de competidores como Volvo Trucks, del Grupo Volvo, y Scania, de Traton.