Tal vez, pero no será este año. Las ventas de Trigano aumentaron un 13% en los últimos doce meses; su beneficio de explotación, un 18%; y su beneficio neto, un 21%.
Como vemos, la cosecha de 2024 ha sido buena, con un aumento de las matriculaciones del 10% en Europa y un buen impulso tanto en el mercado de los primeros compradores como en el de "renovaciones".
Hay que señalar que los resultados de ventas de Trigano son atribuibles en su totalidad a su segmento de autocaravanas, que representa más de ocho décimas partes de las ventas consolidadas, que sigue apoyándose en un cambio positivo del área de negocio. Todos los demás segmentos del grupo, aunque marginales, han sufrido duros reveses.
La cuestión de los inventarios -o, más exactamente, el exceso de existencias tanto en la distribución como en la producción- sigue sin resolverse. Una vez más este año, su impacto está penalizando el flujo de caja y obligando a la empresa francesa a echar mano de su cómoda posición de tesorería para distribuir dividendos a los accionistas.
No hay motivos para alarmarse. Muy bien gestionada y no menos bien capitalizada, la empresa puede absorber fácilmente estas circunstancias, especialmente tras un nuevo récord de ventas.
De hecho, la dirección confía en que los niveles "normales" de inventario se restablezcan de cara a la próxima primavera. Sin embargo, los accionistas minoritarios tendrán que estar atentos, pues estas promesas no son nuevas.
Hace 18 meses, señalamos que a pesar de un historial excepcional y una estrategia de adquisiciones muy acertada, Trigano cotizaba a múltiplos estructuralmente deprimidos. Este sigue siendo el caso hoy.
O bien los inversores desconfían de un sector de actividad que consideran radiactivo por estar demasiado expuesto al riesgo de una recesión inminente, o bien esperan garantías sobre la cuestión de los inventarios que persigue a Trigano desde hace ya demasiado tiempo.