UniCredit adquirió una participación inicial del 4,5% en Commerzbank después de que el Estado alemán vendiera sus acciones, lo que elevó su participación total a más del 9% de las acciones del banco alemán. Cuando el banco italiano anunció que quería solicitar al BCE superar el umbral del 10%, la noticia cayó como una bomba.
Una operación discreta
El miércoles 11 de septiembre de 2024, cuando poseía el 16,49% del capital de Commerzbank, la Agencia Federal de Finanzas alemana lanzó una subasta por un paquete del 4,49%. Para las finanzas alemanas, la colocación fue excelente, generando unos ingresos totales de 702 millones de euros. De hecho, el Grupo UniCredit obtuvo un precio significativamente superior al de todos los demás licitadores. A 13,20 euros por acción, el precio de adjudicación fue superior al precio de cierre diario de 12,60 euros por acción. Pero ello sin sospechar que el banco italiano ya poseía el 4,5% del capital de Commerzbank, lo que confirmaba definitivamente el plan de adquisición dirigido por Andrea Orcel.
Un banco italiano con un pasivo agresivo
Aprovechando la reestructuración llevada a cabo por su predecesor Jean-Pierre Mustier, Andrea Orcel ha transformado UniCredit. Hoy, el banco es más fuerte que nunca, con un fondo estratégico estimado entre 6.000 y 7.000 millones de euros. Tras romper las conversaciones para adquirir Banca Monte dei Paschi di Siena a finales de 2021, lo que tensó las relaciones con los distintos gobiernos italianos, la incursión de Orcel en Alemania parece contar con la aprobación implícita de Giorgia Meloni, la Presidenta del Consejo de Administración.
Mediante la combinación de Commerzbank y su filial HypoVereinsbank (HVB), que Andréa Orcel aconsejó comprar a UniCredit en 2005 cuando era banquero de inversión, UniCredit podría duplicar su cuota de mercado hasta el 16% en el mercado de financiación corporativa y préstamos a PYMES, según los analistas de Citi. Esto podría permitirle superar al Deutsche Bank en este segmento, considerado el corazón del mercado alemán.
Sin embargo, la perspectiva de perder el Mittelstand, el núcleo de empresas estables que impulsan la economía alemana, es motivo de preocupación en Fráncfort. Además, por muy loable que sea la institución italiana, aún planea la sombra de la adquisición en 2005 de HVB, cuya plantilla se ha reducido de 30.000 a 10.000 trabajadores en 20 años.
Los esfuerzos del banco alemán - supresión de puestos de trabajo desde 2016 y cierre de cientos de sucursales - han dado sus frutos, permitiéndole regresar al DAX en febrero de 2023. No obstante, la factura ha sido pesada para Alemania, que había inyectado 18.000 millones de euros al final de la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Por parte alemana no se ha tomado ninguna decisión, aunque el gobierno alemán se ha comprometido a no vender su participación del 12% en la empresa.
La hostilidad se convierte en amistad
Si la operación tenía toda la apariencia de agresión, UniCredit optó en cambio por tranquilizar y sobre todo convencer. De hecho, una vez digerida la noticia, la maniobra en realidad acercó a las partes. El gobierno alemán está en conversaciones y Commerzbank tiene la intención de continuarlas, aunque se muestra receloso.
Preguntado por la posibilidad de que UniCredit lanzara una OPA no solicitada para comprar a los demás inversores de Commerzbank, el Sr. Orcel respondió: "No, sería una oferta agresiva que no podría aceptarse".
En conjunto, estas declaraciones deberían facilitar las conversaciones y quizás abrir la puerta a una posible adquisición. Cabe señalar que el Deutsche Bank se está conteniendo. Durante un tiempo se planteó la creación de un campeón alemán, pero al final nunca llegó a materializarse. Continuará...