A continuación se exponen los posibles escenarios y las consecuencias de cualquier freno estadounidense.

¿QUÉ SE ESTÁ CONSIDERANDO?

La Casa Blanca está estudiando la posibilidad de prohibir las importaciones rusas, elevando los aranceles sobre el aluminio ruso a niveles tan punitivos que constituirían una prohibición efectiva, así como sanciones a Rusal.

Rusal es el mayor productor mundial de aluminio fuera de China, y suministra al mundo el 6% de sus necesidades, estimadas en unos 70 millones de toneladas este año.

MAYOR IMPACTO SI SE SANCIONA A RUSAL

El impacto sería mayor si las sanciones se impusieran a Rusal en lugar de a los envíos de aluminio, porque Rusal no solo es un gran productor, sino que participa en un entramado de cadenas de suministro mundiales de las materias primas necesarias para fabricar el metal, la bauxita y la alúmina.

El presidente Donald Trump impuso sanciones a Rusal en 2018, pero las consecuencias mundiales hicieron que se levantaran menos de un año después.

La agitación afectó a las operaciones en Guinea y Jamaica, las fundiciones en Francia y otros lugares lucharon por asegurar el suministro de materias primas y el gobierno irlandés consideró la posibilidad de intervenir para salvaguardar los puestos de trabajo en Rusal Aughinish Alumina, el mayor productor de Rusal del producto intermedio alúmina.

¿CUÁNTO ALUMINIO RUSO IMPORTAN LOS ESTADOS UNIDOS?

Los resultados de Rusal muestran que produjo 1,89 millones de toneladas de aluminio primario en el primer semestre de 2022, siendo Europa su mayor cliente, con un 40% de los ingresos por ventas.

En marzo dijo que las sanciones occidentales podrían retrasar la inversión y golpear la rentabilidad y en agosto dijo que los costes se habían disparado debido al conflicto.

El año pasado, las importaciones estadounidenses de aluminio ruso fueron de 242.000 toneladas, lo que supuso el 4,4% de la demanda de Estados Unidos, dijo Morgan Stanley en una nota.

Las importaciones estadounidenses de aluminio ruso han aumentado este año, incrementándose en casi una quinta parte en los primeros siete meses hasta alcanzar las 146.553 toneladas, según los datos comerciales recopilados por Reuters a partir de la base de datos Comtrade de Naciones Unidas.

RESPUESTA DE LOS PRECIOS

Cuando surgió la noticia de una posible prohibición estadounidense el miércoles, el precio de referencia en la Bolsa de Metales de Londres se disparó un 7% hasta los 2.400 dólares la tonelada, pero retrocedió desde los máximos y se negociaba en torno a los 2.370 dólares el jueves.

Esto supone un descenso del 42% desde el máximo histórico de 4.073,50 dólares alcanzado a principios de marzo, cuando el mercado temió por primera vez que la invasión de Rusia en Ucrania provocara sanciones y redujera la oferta.

Todos los precios de los metales industriales se han desplomado en los últimos meses por las expectativas de que una recesión mundial frene la demanda, por lo que es poco probable que los precios vuelvan a alcanzar el récord, según los analistas.

En 2018, cuando las sanciones estadounidenses afectaron a Rusal, los precios de la LME se dispararon un 35% en menos de dos semanas hasta alcanzar los 2.718 dólares la tonelada, el máximo en casi siete años.

¿QUÉ PASA CON EL METAL RUSO?

Rusal podría redirigir los flujos desde Estados Unidos, pero las sanciones podrían hacer que otros compradores se muestren recelosos a la hora de tomar el material, según los analistas.

Algunas empresas como Novelis y Norsk Hydro han rechazado el metal ruso para los contratos del próximo año, mientras que otros consumidores están considerando sus opciones.

La LME lanzó la semana pasada un documento de debate sobre la posibilidad de prohibir que el aluminio, el níquel y el cobre rusos se comercialicen y almacenen en su sistema.

Es probable que China, el mayor productor mundial de aluminio, sea el principal destino del metal ruso bajo las sanciones de Estados Unidos.

"China podría decidir tomar unidades rusas más fácilmente disponibles, y con descuentos adecuados, mientras exporta su propio metal a otros mercados, incluido el occidental", dijo el analista Edward Meir de ED&F Man.

Desde mediados de septiembre se han depositado volúmenes significativos de cobre de origen ruso no deseado en los almacenes autorizados por la LME en Alemania, los Países Bajos y Taiwán, dijeron dos fuentes familiarizadas con el asunto.