El plan forma parte de los esfuerzos, especialmente del nuevo gobierno del presidente izquierdista Gustavo Petro, por cambiar las tácticas policiales tras las críticas internacionales por el uso excesivo de la fuerza durante las protestas antigubernamentales de los últimos años, en las que murieron decenas de civiles.

Las familias de algunos de los muertos han dicho que se enfrentan a una larga espera para obtener justicia cuando la policía está implicada en las muertes.

"Con este proyecto fortaleceremos nuestra capacidad para definir, desplegar y promover políticas institucionales de derechos humanos basadas en estándares internacionales", dijo el general Henry Sanabria, jefe de la policía nacional.

El programa, respaldado por las ramas de derechos humanos y desarrollo de la ONU, reforzará los procedimientos disciplinarios, capacitará a los policías mediante cursos obligatorios en estándares internacionales de derechos humanos y uso de la fuerza y establecerá un diálogo permanente con grupos de la sociedad civil, dijo Sanabria a los periodistas.

"Quiero dar un agradecimiento especial desde el fondo del corazón de la policía nacional a la comunidad internacional", dijo Sanabria, añadiendo que el apoyo de Estados Unidos ha sido "fundamental para este nuevo proceso de transformación institucional, sobre todo en este enfoque de protección de los derechos humanos".

La financiación de 3,85 millones de dólares para el plan por parte de Estados Unidos se suma a los 8 millones de dólares prometidos por este país en febrero para apoyar la formación en derechos humanos y anticorrupción de la fuerza colombiana.

"Este proyecto servirá para que la policía cree lazos de confianza con todas las comunidades a las que sirve", dijo Todd Robinson, subsecretario de Estado estadounidense para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, y añadió que el sistema disciplinario de la policía debe cumplir con los más altos estándares.