Su anterior previsión era de un resultado "significativamente superior" a los niveles de 2021, cuando el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) fue de 492 millones de euros.

Vallourec dijo que las operaciones en su mina de Pau Branco, que se han ido reiniciando gradualmente tras las fuertes lluvias de enero, volverían a la normalidad no antes del segundo trimestre de 2023.

Si la mina hubiera operado a plena capacidad, el beneficio básico anual podría haber alcanzado los mil millones de euros este año, excluyendo cualquier efecto de su plan de reestructuración, según informó la firma en un comunicado.

El plan de reestructuración de Vallourec, puesto en marcha por el recién nombrado director general Philippe Guillemot en mayo, permitirá liberar 230 millones de euros de EBITDA recurrente gracias al cierre de plantas en Alemania, Francia y Escocia, y recortar unos 2.950 puestos de trabajo.

Las provisiones relacionadas con los costes de reestructuración ascendieron a 456 millones de euros, lo que repercutió en el resultado neto trimestral de la empresa, que fue una pérdida de 415 millones de euros.

Guillemot dijo que el flujo de caja libre se mantuvo en territorio negativo en el segundo trimestre debido a "inversiones temporales en inventarios para satisfacer la fuerte demanda del negocio", pero espera que se vuelva positivo en la segunda mitad.

La empresa dijo que el EBITDA del segundo trimestre se situó en 160 millones de euros, frente a los 148 millones de euros del año anterior, impulsado por un fuerte rendimiento en su negocio de tubos en Norteamérica.

"Estamos viendo un aumento paralelo de la actividad y de la inflación de los precios, lo que refleja tanto el aumento de los costes como la tensión entre la oferta y la demanda", dijo Guillemot en una llamada con periodistas.

(1 dólar = 0,9854 euros)