La Alianza para la Innovación Automovilística, que representa a General Motors, Toyota Motor, Volkswagen y otros fabricantes de automóviles, había dicho que el requisito de que todos los coches y camiones deben ser capaces de frenar y evitar golpear a los vehículos que les preceden a una velocidad de hasta 62 millas por hora es "prácticamente imposible con la tecnología disponible" y había pedido a la agencia que lo reconsiderara.
La NHTSA rechazó la petición pero dijo que estaba aclarando algunos requisitos técnicos.