Más de la mitad de las empresas alemanas afirmaron que las condiciones de su sector habían empeorado este año, según indicó la Cámara de Comercio Alemana en China citando una encuesta, mientras que sólo el 32% prevé una mejora en 2025, el porcentaje más bajo desde que comenzaron los registros en 2007.
"Este año ha sido difícil para la mayoría de las empresas alemanas, lo que ha provocado un ajuste a la baja de sus perspectivas empresariales", declaró Clas Neumann, presidente de la sección de China oriental de la Cámara de Comercio Alemana, al tiempo que añadió que el 92% de las empresas alemanas tenía previsto mantener sus operaciones en la economía de 19 billones de dólares.
Alemania es el mayor socio europeo de China, y entre las empresas alemanas destacadas con grandes inversiones en China se encuentran los fabricantes de automóviles Volkswagen, así como BMW y el proveedor de piezas de automóviles Bosch.
La encuesta alemana llega justo un día después de que una encuesta británica sobre el sentimiento de las empresas que operan en China pintara un panorama pesimista.
Aunque la inversión extranjera directa, considerada una señal de confianza en China, representa sólo el 3% de su inversión total, lleva dos años consecutivos cayendo.
La cámara afirmó que invertir para mantenerse a la altura de los competidores locales era la principal motivación para el 87% del 51% de las empresas alemanas que planean aumentar su inversión en China en los próximos dos años, lo que supone un incremento anual de ocho puntos porcentuales.
La cámara también dijo que las empresas estaban, por primera vez, informando de que se enfrentaban a una tendencia de "Comprar en China", con la campaña de autosuficiencia "Made in China 2025" del presidente chino Xi Jinping, que hace que los clientes locales opten por comprar a los productores locales.
Una encuesta oficial sobre la actividad de las fábricas publicada el sábado mostró que los nuevos pedidos de importación de piezas y componentes utilizados en productos acabados cayeron por octavo mes consecutivo en octubre, mientras que los nuevos pedidos se expandieron por primera vez en siete meses.
La cámara pidió a Berlín que pusiera más énfasis en Pekín como socio y revisara su estrategia para China para alinearse mejor con el deseo de la industria alemana de invertir más en la localización en China en lugar de impulsar las exportaciones a este mercado.
Berlín se opuso a los aranceles de hasta el 45,3% que la Comisión Europea impuso a los vehículos eléctricos fabricados en China en una votación celebrada en octubre. Los fabricantes alemanes de automóviles han criticado duramente las medidas de la UE, conscientes de que unos posibles aranceles chinos más elevados a la importación de vehículos de gasolina de gran cilindrada les afectarían más.
Volkswagen señaló la semana pasada que redoblaba sus inversiones en China ampliando una década su asociación con su socio chino SAIC, aunque vendió sus operaciones en Xinjiang tras años de presiones crecientes.