Por Stephanie Yang 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

El principal regulador del mercado chino, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado, anunció el martes que está investigando a los distribuidores de chips para automóviles de los que sospecha que están inflando los precios en este momento de escasez mundial de este tipo de productos.

El regulador dijo que reforzaría el control del mercado y actuaría para poner fin a prácticas ilegales como la acumulación de productos, la manipulación de los precios y la confabulación, aunque no dio los nombres de las empresas que está investigando.

Los fabricantes de automóviles han sido uno de los sectores que más pronto y más duramente se han visto afectados por la escasez de chips. La creciente demanda de semiconductores tras el fin de las medidas restrictivas asociadas al Covid-19 en muchas regiones coincidió con problemas generalizados en la fabricación de chips. Ford Motor Co, General Motors Co y Volkswagen AG, entre otras empresas, tuvieron que cerrar líneas de montaje debido a esto.

Aunque el mercado automovilístico chino ha sufrido menos daños, las autoridades del país han responsabilizado recientemente a la escasez de semiconductores de la caída de las ventas. En junio, las ventas de coches en China acabaron con un periodo de 11 meses de subidas y marcaron un descenso del 5,1% interanual. Los semiconductores son esenciales para el funcionamiento de diversos sistemas electrónicos en los vehículos.

La carrera mundial para conseguir chips para el sector automovilístico y para los demás ha provocado subidas de los precios y un negocio floreciente para los intermediarios que distribuyen estos componentes electrónicos. También ha generado el entorno ideal para el fraude y la mala praxis, según un conjunto de expertos del sector, investigadores de falsificaciones e intermediarios de chips.

Las autoridades chinas se han comprometido a establecer cadenas de suministro de semiconductores que dependan menos de las importaciones y han dicho que se han comprometido con los fabricantes de coches y los de chips para que la oferta y pueda cubrir la demanda.

Aunque el reabastecimiento de inventarios en la primera mitad del año contribuyó a exacerbar la escasez, la situación en China ha mejorado, según Edison Yu, analista del sector automovilístico en Deutsche Bank. Sin embargo, no espera que el equilibrio de la oferta y la demanda vuelva a la normalidad hasta finales de este año o hasta 2022.

Más allá de los coches, la escasez de chips se ha trasladado también a los productos de consumo, provocando escasez de suministro y encarecimiento de los precios en aparatos electrónicos como los ordenadores portátiles o las impresoras. Incluso empresas como Apple Inc o Tesla Inc han empezado a notarlo y han advertido de potenciales efectos en productos muy demandados en los próximos meses.

Una parte de las recientes subidas de los precios provienen directamente de los fabricantes de chips, que tienen dificultades para cubrir la demanda y sufren el encarecimiento de los materiales.

Taiwan Semiconductor Manufacturing Co, el mayor fabricante mundial de chips por contrato, dijo que espera que la escasez de chips para automóviles comience a reducirse este trimestre y destinó más capacidad a la fabricación de piezas para los coches. También dijo que ha notado que más clientes acumulan inventario para proteger sus suministros.

Pero analistas y ejecutivos de empresas esperan que la escasez generalizada continúe el año que viene. Pat Gelsinger, consejero delegado de Intel Corp, dijo el mes pasado que la escasez podría seguir en 2023.

--Raffaele Huang contribuyó a este artículo

-Escriba a Stephanie Yang a stephanie.yang@wsj.com

Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por MVP

(END) Dow Jones Newswires

August 03, 2021 06:47 ET (10:47 GMT)