"El objetivo clave no es el crecimiento", explicó Arno Antlitz, quien subrayó que el fabricante se centrará en "la calidad y los márgenes, más que en el volumen y la cuota de mercado". El grupo Volkswagen, que incluye la marca homónima pero también Audi, Porsche, Seat y Skoda, vende un centenar de modelos de gasolina y diésel. El objetivo es reducir el alcance en un 60% en ocho años. El mantra del anterior director general, Martin Winterkorn, que pretendía superar a Toyota y General Motors en términos de volumen, hace tiempo que desapareció.

En la entrevista del FT, Antlitz señala que VW tiene ahora una base de costes mucho más baja. "Así que somos menos dependientes del volumen y menos dependientes del crecimiento", añadió, destacando la reducción del 10% de los costes fijos antes de lo previsto, al tiempo que se invierte en I+D y en software. El presupuesto de 52.000 millones de euros dedicado a los vehículos eléctricos no está destinado a crear nuevas capacidades de producción, sino a transformar las existentes.

Sin embargo, hay una advertencia importante. Arno Antlitz reconoce que la explosión del coste de las materias primas para las baterías pone en duda los planes iniciales de que los vehículos eléctricos serían pronto tan rentables como los de combustión. Pero sigue confiando en que las condiciones volverán a ser algo más favorables y cree que la evolución de la tecnología de las baterías hará bajar los precios a largo plazo.