"La expectativa de Volvo Cars ha sido la de aumentar sus volúmenes de ventas para todo el año 2022", dijo la compañía en un comunicado. "La perturbación significa que la empresa espera ahora un crecimiento marginal de las entregas para todo el año 2022, en comparación con 2021".

Volvo, propiedad mayoritaria del holding chino Geely, dijo que los problemas no estaban relacionados con la guerra en Ucrania, pero que los combates en ese país habían provocado un aumento de los costes de las materias primas, la energía y los fletes.

"Volvo Cars sigue trabajando con los precios para mitigar los efectos", dijo.

Una escasez mundial de chips semiconductores ha ralentizado las líneas de producción de los fabricantes de automóviles, a pesar de la recuperación de los efectos de la pandemia.

En febrero, Volvo dijo que los cuellos de botella en la cadena de suministro seguirían siendo un factor de restricción, mientras que la escasez de componentes sólo mejoraría gradualmente.