Con dos terceras partes de su capital en manos de Walmart, la rentabilidad financiera que ha reportado a sus accionistas Walmex en los últimos veinticinco años casi equivale a la de su hermano mayor estadounidense: 675%, frente al 736% de Walmart.

La perspectiva de que Donald Trump imponga aranceles de represalia ha sembrado el caos en la bolsa de valores de Ciudad de México. Quienes consideren que este riesgo es limitado -a pesar de las bravuconadas del presidente electo, la economía estadounidense se resentiría de tales medidas-, pueden aprovechar para comprar a precios atractivos.

Walmex fue una de las primeras en beneficiarse de la impresionante vitalidad de la economía mexicana en los últimos diez años. Sus ventas han crecido de 30.000 a 52.000 millones USD, a una tasa de expansión anualizada del 6,3%, manteniendo -y mejorando- los beneficios por el camino. Tanto que harían estremecerse a Walmart, Carrefour o 7 Eleven.

En términos de rentabilidad, su comportamiento ha sido similar: superior a la de Walmart, lo que no es baladí, y entre dos y tres veces mejor que la de la francesa Carrefour. Esta hazaña es aun más notable si consideramos que se ha logrado con un apalancamiento financiero extremadamente bajo.

Magnífica máquina de hacer caja, Walmex distribuyó el año pasado 2.700 millones USD en dividendos a sus accionistas y actualmente tiene una capitalización bursátil de 46.000 millones USD. Cabe destacar que el grupo adopta un método de remuneración oportunista, mezclando dividendos regulares con dividendos especiales, siendo estos últimos a menudo superiores a los primeros.

A pesar de estos atributos, la valoración de Walmex se ha desplomado en los últimos trimestres, de modo que los múltiplos a los que cotizan sus acciones son la mitad de los asignados por los inversores a Walmart. En cambio, siguen estando un escalón por encima de los asignados a Carrefour, lo que dice mucho de la desconfianza de los inversores hacia la empresa francesa. Sobre este tema, véase Carrefour : Deep Discount.

Naturalmente, hay que tener en cuenta el considerable riesgo cambiario, ya que el MXN se deprecia de forma más o menos continua frente al USD. En quince años, ha perdido la mitad de su valor frente a la moneda del Tío Sam. No cabe duda de que un conflicto diplomático abierto entre México y Donald Trump no ayudaría en nada.