(MT Newswires) - Bob Iger, CEO de Walt Disney, ha obtenido una importante victoria en una batalla por poderes, consolidando su estatus como figura dominante en Hollywood. La victoria culmina una campaña dura y costosa para Disney, que gastó 40 millones de dólares para convencer a los inversores de que respaldaran al actual equipo directivo. 

Pero las cuestiones planteadas por Peltz, como la dificultad de producir películas de éxito y los dilemas de sucesión en la dirección de Disney, persisten. Bob Chapik, predecesor de Iger, sólo llevó las riendas durante dos años, y el regreso de Iger aún no ha aportado soluciones duraderas a estas cuestiones.

Con Iger, Disney está embarcada en importantes reformas, que incluyen recortes de personal y un ambicioso plan de inversión en parques temáticos, vitales para los ingresos de la empresa. Disney planea inyectar 60.000 millones de dólares en sus parques.

A pesar de estos obstáculos, los fundamentos de Disney son sólidos. La empresa prevé un aumento del 20% de sus beneficios para el año en curso, lo que indica un impulso positivo. Las inversiones estratégicas y la adaptación a los nuevos hábitos de consumo, en particular el streaming, son cruciales para el futuro de Disney. Los esfuerzos por modernizar ESPN y colaborar con sus rivales de streaming subrayan el compromiso de Disney de mantenerse a la vanguardia de la industria del entretenimiento.

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