Koninklijke Wessanen N.V. ha presentado los resultados consolidados del tercer trimestre y los nueve meses de 2017. En el trimestre, la empresa registró unos ingresos de 147,4 millones de euros frente a los 137,5 millones de euros de hace un año. El EBITDAIE fue de 15,1 millones de euros frente a los 12,0 millones de euros de hace un año. El resultado de explotación (EBIT) fue de 12,2 millones de euros, frente a los 8,6 millones de hace un año. El beneficio del periodo fue de 8,5 millones de euros, frente a los 6,0 millones de hace un año. La deuda neta es de 69,6 millones de euros, frente a los 35,3 millones de hace un año. El EBITE aumentó en 2,8 millones de euros, impulsado principalmente por el aumento del beneficio bruto y la reducción de los gastos, incluidos los gastos por pagos basados en acciones, de 0,9 millones, y el efecto de las adquisiciones realizadas en 2016. Las mayores inversiones en A&P compensaron en parte el aumento del EBITE. En los nueve meses, la empresa registró unos ingresos de 473,0 millones de euros frente a los 423,2 millones de euros de hace un año. El EBITDAIE fue de 49,8 millones de euros, frente a los 40,5 millones de euros de hace un año. El resultado de explotación (EBIT) fue de 42,2 millones de euros, frente a los 33,0 millones de hace un año. El beneficio del periodo fue de 28,8 millones de euros frente a los 22,3 millones de euros de hace un año. La empresa anunció que para el año 2017 se espera un crecimiento total reportado de dos dígitos bajos, con un fuerte crecimiento continuado de las marcas propias y el efecto de las adquisiciones de 2016 que se compensan en parte con menores ventas de marcas blancas y de distribución; la empresa espera que el EBITE % de los ingresos esté por encima del 8% para todo el año; una tasa impositiva en torno al 30%; gastos de capital de 12-14 millones de euros; y depreciación y amortización de 9-10 millones de euros.