Los jueces se negaron a escuchar la apelación del ex director financiero de Xerox, Barry Romeril, contra la decisión de un tribunal inferior de que la norma no viola sus derechos de libertad de expresión según la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Romeril aceptó, según la norma, no negar las acusaciones de fraude contable que resolvió con la SEC en 2003.

Musk, el consejero delegado de Tesla Inc. y la persona más rica del mundo, está tratando de poner fin a su propio acuerdo con la SEC en 2018. Musk firmó en abril un escrito legal en apoyo de Romeril. El acuerdo de Musk requirió que un abogado de Tesla revisara algunas de sus publicaciones en Twitter, resolviendo una demanda de la SEC que le acusaba de defraudar a los inversores al tuitear que tenía "financiación asegurada" para llevar a su empresa de coches eléctricos a un mercado privado, aunque la compra no estaba cerca.

Los demandados pueden impugnar las acusaciones de la SEC, pero una política de la agencia que se remonta a 1972 establece que cuando llegan a un acuerdo sin admitir la comisión de un delito también deben aceptar no contradecir las conclusiones de la agencia. Si un acusado viola su acuerdo, la SEC puede intentar deshacerlo y litigar las reclamaciones.

Los críticos la han calificado de regla "mordaza". La SEC ha dicho que deshacerse de la norma socavaría su credibilidad y agotaría sus recursos al provocar más juicios.

Romeril fue uno de los seis ejecutivos que llegaron a un acuerdo sobre las acusaciones de inflar los beneficios de Xerox en 1.400 millones de dólares a finales de los años 90. Acordó pagar más de 5 millones de dólares en multas y ser inhabilitado permanentemente para ejercer como directivo de una empresa pública.

Romeril hizo un intento de eliminar la disposición de no negación de su acuerdo en 2019, que un juez federal de Manhattan denegó. Romeril argumentó entonces ante el Tribunal de Apelación del 2º Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva York, que el juez nunca tuvo autoridad para aprobar el acuerdo porque violaba inconstitucionalmente las protecciones de la libertad de expresión.

El 2º Circuito consideró el año pasado que Romeril había renunciado a su derecho a la libertad de expresión para evitar el litigio, rechazando su argumento de que el acuerdo violaba la Primera Enmienda.