También se hicieron con 8.200 millones de dólares en acciones y 4.900 millones en bonos, pero vendieron 400 millones en oro, dijo Bank of America, citando datos de EPFR.
Las criptomonedas recibieron una inyección de 3.000 millones de dólares y registraron su mayor entrada en cuatro semanas, con 11.000 millones de dólares.
Las compras de renta variable estadounidense continuaron por novena semana consecutiva, y las entradas en valores de pequeña capitalización, en concreto, alcanzaron un máximo histórico, según el banco.