En su intervención en la reunión del viernes del Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera (FSOC, por sus siglas en inglés), la última de la administración del presidente Joe Biden, Yellen dijo que bajo el primer mandato de Trump el personal del panel se redujo a un solo dígito y la infraestructura de apoyo a la coordinación entre agencias se redujo significativamente.
"Esto significó que estábamos menos equipados para identificar y responder a los riesgos para el sistema financiero", dijo, añadiendo que la administración demócrata de Biden reinvirtió en el panel, que fue creado tras la crisis de 2007-2009 para vigilar los riesgos sistémicos.
"Este Consejo reforzado ha cumplido, ayudando a que nuestro sistema financiero sea más resistente y nuestra economía más fuerte. Es crucial que siga haciéndolo en beneficio del pueblo estadounidense", dijo en declaraciones preparadas.
Trump no ha expuesto una visión para los reguladores financieros, pero ha prometido recortar drásticamente las regulaciones onerosas.
Las declaraciones de Yellen se produjeron mientras el FSOC advertía de nuevo en su informe anual sobre los riesgos potenciales que plantean el sector inmobiliario comercial, el crédito privado y las criptodivisas, y pedía a los reguladores y a las empresas que estuvieran atentos para vigilar las vulnerabilidades.
Aunque el informe 2024 se hace eco de los riesgos señalados en informes anteriores, advierte de que "han evolucionado de forma consecuente".
El grupo afirmó que existen indicios de un aumento del riesgo inmobiliario comercial, en particular en el sector de oficinas de las grandes zonas urbanas. El aumento del número de oficinas desocupadas, el lento crecimiento de los alquileres y el incremento de los costes de los préstamos estaban presionando a los prestatarios, lo que provocaba un aumento de la morosidad y de los gastos en provisiones por parte de los bancos.
En cuanto a las criptodivisas, el grupo advirtió de que las stablecoins podrían suponer un riesgo para la estabilidad financiera, y reiteró su llamamiento a favor de una legislación que cree un marco regulador exhaustivo para este producto monetario digital. El grupo afirmó que la mayoría de las demás empresas y emisores de criptomonedas violan las normas financieras existentes u operan fuera de sus límites, lo que crea mayores riesgos de "fraude y manipulación significativos". El grupo pidió una legislación que otorgue a los reguladores federales autoridad explícita para vigilar los mercados puntuales de criptomonedas, similar a su recomendación de 2023.
El grupo también advirtió de que, aunque todavía no se ha producido un incidente grave de ciberseguridad en una gran institución financiera, el tema es prioritario para los reguladores y la industria, ya que los ciberataques casi se han duplicado desde la pandemia del COVID-19.