Por Francesco Canepa
WASHINGTON, 22 abr (Reuters) - Los gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) temen que la publicación de sus previsiones sobre los tipos de interés suscite presiones por parte de los Gobiernos, que intentan determinar si su banco central está al servicio de sus intereses nacionales, dijeron varias fuentes a Reuters, sugiriendo que la idea de seguir la práctica de la Reserva Federal de EEUU puede ser difícil de vender.
Sus preocupaciones ponen de relieve las contradicciones de la arquitectura de la zona euro en comparación con jurisdicciones con un solo gobierno nacional, como Reino Unido y Estados Unidos.
La semana pasada, la alemana Isabel Schnabel, miembro del Consejo del BCE, propuso la idea de publicar, como hace la Reserva Federal cuatro veces al año, un "diagrama de puntos" con las proyecciones de los responsables de política monetaria sobre la senda adecuada para los tipos, con el argumento de que así se informaría mejor a los mercados.
Pero las conversaciones mantenidas con 13 de sus colegas de los 20 bancos centrales nacionales de la zona euro en las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial celebradas en Washington pusieron de manifiesto que casi todos pensaban que una medida semejante pondría en peligro una independencia de los gobiernos nacionales tan preciada como frágil.
En el banco central de Estados Unidos, las previsiones de los "puntos" son anónimas, lo que no impide que los observadores de la Reserva Federal intenten averiguar qué punto pertenece a cada responsable político. Pero no hay presión política sobre los individuos para que manipulen sus puntos.
En el caso del BCE sería diferente. Los gobernadores creen que los políticos tratarían de averiguar qué punto pertenece al jefe del banco central de su país y presionarían a esa persona para que expresara una opinión que coincidiera con sus objetivos nacionales.
Sin embargo, algunos gobernadores también vieron algún mérito en la propuesta o se mostraron abiertos a debatirla en la próxima revisión del BCE, prevista para el año que viene. Una fuente dijo que los puntos podrían agruparse para ocultar los votos individuales.
Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
El BCE intenta proteger a los gobernadores de las interferencias políticas. Por ejemplo, no publica el reparto de votos tras las decisiones de política monetaria y las actas de las reuniones de política monetaria son anónimas y a menudo imprecisas sobre cuántas personas apoyaron una determinada opinión.
PRÓXIMA REVISIÓN
Los 20 bancos centrales nacionales de la eurozona son estatutariamente independientes del poder ejecutivo, pero la mayoría de los gobernadores siguen necesitando apoyo político en su país de origen para ser reelegidos.
Schnabel, que expresó sus opiniones personales en el discurso, también propuso utilizar escenarios alternativos además de las proyecciones de referencia del BCE. Esto también suscitó reacciones dispares entre sus colegas.
Algunos consideraron que podría haber demasiados escenarios posibles --como, en la actualidad, la guerra en Oriente Próximo o un resurgimiento de la inflación en Estados Unidos-- y que estos variarían con el tiempo.
Un artículo publicado en 2021 por los economistas del ZEW --Centro Leibniz de Investigación Económica Europea--, Friedrich Heinemann y Jan Kemper, concluía que los responsables de la política monetaria del BCE partidarios de bajar los tipos tienden a proceder de países con un alto nivel de endeudamiento, y lo contrario ocurre con los miembros de línea dura.
El patrón es más pronunciado en el caso de los 20 gobernadores nacionales del BCE que en el de los seis miembros de su Comité Ejecutivo, elegidos mediante un proceso político paneuropeo. El Comité incluye a la presidenta Christine Lagarde y a la propia Schnabel.
Otros bancos centrales también están revisando su funcionamiento.
El Banco de Inglaterra recibió recientemente la opinión del expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que instó a sus dirigentes a revisar su régimen de previsiones.
Bernanke no recomendó que el Banco de Inglaterra adoptara el diagrama de puntos y dijo que, si seguía ese camino, debería elaborar una proyección de tipos única, como hacen los bancos centrales escandinavos, en lugar de opiniones individuales.
El Banco de Corea también está considerando la posibilidad de revisar la forma en que proporciona orientación sobre la posible evolución futura de los tipos de interés, ampliando el plazo y ofreciendo estimaciones visuales en un intento de aumentar la transparencia, dijeron varias fuentes a Reuters.
(Información de Francesco Canepa en Wahington; editado por Dan Burns y Andrea Ricci; editado en español por Javi West Larrañaga)