BRASILIA, 23 nov (Reuters) - El intento del presidente brasileño Jair Bolsonaro de impugnar las elecciones que perdió el mes pasado parece débil en el fondo, según expertos electorales y analistas políticos, pero aún podría avivar a sus partidarios que han estado protestando por la derrota.

En una queja presentada ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el martes, los aliados de Bolsonaro argumentaron que los votos de algunas máquinas deben ser "invalidados", argumentando que hay señales de "mal funcionamiento" y poniendo en duda la victoria de su rival de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.

Giuseppe Janino, uno de los creadores del sistema de votación electrónica de Brasil, dijo que la denuncia parecía centrada en los registros de las máquinas que no tienen relación con los resultados.

"Esto no es más que otro intento de desacreditar el sistema de voto electrónico que ha funcionado bien, eligiendo gobiernos durante 26 años en nuestro país, y contribuyendo a nuestra democracia", dijo Janino a Reuters.

La denuncia fue recibida con escepticismo por las autoridades electorales y otras figuras políticas que han reconocido la victoria de Lula.

El jefe del Senado de Brasil, Rodrigo Pacheco, dijo que el resultado de las elecciones era "incuestionable", mientras que el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), de centro derecha, calificó la impugnación de Bolsonaro de "insensata".

El vicepresidente Hamilton Mourao, de viaje en Portugal, reconoció el miércoles que la impugnación de Bolsonaro tenía pocas probabilidades de prosperar, pero dijo que el proceso electoral de Brasil necesitaba más "transparencia."

Ni la oficina de Bolsonaro ni su Partido Liberal respondieron inmediatamente a solicitudes de comentarios.

"El estilo de Bolsonaro es ir siempre a la confrontación, y este desafío es evidentemente una forma de mantener movilizados a sus partidarios de la derecha dura", dijo el estratega político Luiz Flavio Guimaraes.

El derechista Partido Liberal no aportó ninguna prueba de fraude cuando presentó la denuncia, dijo, y que los aliados del presidente parecían decepcionados con la debilidad del caso presentado a las autoridades electorales.

El analista Andre Cesar, de la consultora Hold Legislativa, dijo, sin embargo, que la impugnación proporcionaría munición para un movimiento de protesta de los partidarios más duros de Bolsonaro.

"Sus argumentos son endebles, pero esto le servirá para mantener movilizados a los más radicales de sus partidarios, garantizando que seguirán haciendo ruido fuera de los cuarteles", dijo.

Los partidarios más acérrimos de Bolsonaro han acampado frente a las bases del Ejército para protestar contra la victoria de Lula que, según ellos, fue "un robo" por el fraude electoral y pedir la intervención de los militares.

Su número ha disminuido en las últimas semanas y no había señales inmediatas de un aumento el miércoles. Pero el desafío podría darles un nuevo impulso, dijeron algunos.

"El pueblo está en las calles, no se retirará", dijo uno de esos partidarios, Paulo Carvalho, de 54 años, propietario de una empresa de informática. "Si todo lo que se ha revelado en esta denuncia es realmente cierto, esto es una prueba tangible de que los resultados fueron manipulados", dijo.

(Reporte de Ricardo Brito y Maria Carolina Marcello; Editado en español por Javier López de Lérida)