Es probable que el gasto y la inversión privados, ya debilitados por esta gran incertidumbre y los elevados tipos de interés, reciban cierto apoyo de las medidas centradas en los trabajadores con salarios bajos y en determinados sectores industriales.
Pero los mexicanos están a la espera de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el 20 de enero, para ver si cumple su amenaza de imponer aranceles del 25% a los bienes que crucen la frontera. México tiene actualmente un tratado de libre comercio con EE.UU. y Canadá.
En México, la segunda economía de América Latina después de Brasil, el producto interior bruto crecerá un 1,2% en 2025, frente al 1,6% del año pasado, según la estimación media de 32 economistas encuestados entre el 9 y el 16 de enero.
"Las perspectivas de crecimiento se ven lastradas por tres factores principales: una menor resistencia del consumo privado, un comportamiento más débil de las exportaciones y un descenso de la inversión fija influida por la incertidumbre política estadounidense y la agenda legislativa de México", escribió Pamela Díaz Loubet, economista para México de BNP Paribas.
"Aunque el nearshoring sigue siendo una oportunidad a largo plazo, el ruido político y las dudas de los inversores están retrasando las entradas de capital previstas, que antes se consideraban motores de la recuperación."
La administración de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha señalado que espera evitar los aranceles amenazados por Trump con acciones sobre la migración ilegal y el narcotráfico para aplacar las preocupaciones estadounidenses.
En otro aparente guiño, México presentó un plan para frenar las importaciones procedentes de China tras las acusaciones de Trump de que se había convertido en una puerta trasera para la entrada de productos chinos en Estados Unidos.
Pero incluso con un gobierno actualmente centrado en la restricción fiscal y los rendimientos de los bonos globales en alza, la encuesta sugiere que el banco central, Banxico, tiene un margen limitado para flexibilizar la política de forma más agresiva para apoyar la actividad en el peor de los escenarios.
El banco recortó su tipo de referencia al 10% desde un máximo histórico del 11,25% en cinco movimientos de un cuarto de punto porcentual el año pasado. Se prevé que los reduzca en otros 150 puntos básicos hasta el 8,50% a finales de 2025, según mostraron las medianas de las encuestas.
A la pregunta de cómo reaccionaría el banco central si Washington anuncia nuevos aranceles a México este mes, siete de 11 encuestados dijeron que debería mantener la senda prevista actualmente para la relajación monetaria.
Tres dijeron que recortaría los tipos menos de lo previsto actualmente, mientras que sólo uno esperaba reducciones más profundas.
"Aunque unos aranceles más altos añadirían vientos en contra al crecimiento en México, la respuesta inmediata es, como mucho, mantener el ritmo de los recortes -sin aceleración a movimientos de 50 puntos básicos", dijo Alberto Ramos, jefe de investigación económica para América Latina de Goldman Sachs.
"Será difícil para Banxico seguir un camino muy dovish. De hacerlo, provocaría una reacción negativa del mercado que podría llevar a un endurecimiento de las condiciones financieras en lugar de relajarlas, y pronto obligaría al banco central a volver a una postura conservadora."
(Otras historias de la encuesta económica mundial de Reuters)